La avispa asiática se consolida como especie invasora en Tarragona

La avispa velutina –o conocida vulgarmente como la avispa asiática por su origen– está plenamente consolidada como especie invasora en las comarcas de Tarragona y prospera tanto en zonas rurales como urbanas. Sólo en la ciudad de Tarragona, los Agentes Rurales de la Generalitat de Catalunya han intervenido por la detección de once nidos entre 2020 (7) y 2021 (4). Cinco de estas colmenas –cuatro embrionarios y uno secundario– fueron encontradas en el parque urbano de la Quinta de Sant Rafael.

Aunque esta especie invasora se empezó a establecer en Catalunya distribuyéndose por las comarcas gerundenses, especialmente la Garrotxa y el Empordà, se extendió rápidamente hacia las comarcas de Barcelona. En el 2018 se expandió de forma rápida por las comarcas tarraconenses donde todavía no estaba presente, y ocupó hábitats mediterráneos que se alejaban de los requisitos de la especie, lo que muestra su capacidad de adaptación. Mientras que el mapa de municipios donde los Agentes Rurales detectaron nidos en el 2019 indicaban su tímida presencia en el Tarragonès y en el Baix Camp, en el 2021 en prácticamente todas las comarcas tarraconenses el insecto se abre camino, especialmente en el Tarragonès, en el Alt Camp, Baix Penedès y la Conca de Barberà.

El diputado de Medio Ambiente de la Diputación de Tarragona, Josep Forasté, recuerda la importancia de avisar a los respectivos ayuntamientos o a los Agentes Rurales cuando se advierta la presencia de algún nido. «Es una especia invasora y suponen un grave perjuicio», recuerda. Y es que la avispa velutina es, de hecho, un predador muy agresivo de las abejas así como de avispas y otros polinizadores importantes y suponen un grave impacto en la biodiversidad de insectos nativos y en los servicios de polinización en general. Su presencia puede derivar en daños económicos a los apicultores –ya que el 80% de la dieta son larvas de abeja– y al producir un efecto negativo en la polinización que puede provocar una pérdida de producción, es decir, frutos, en zonas agrícolas. Aunque no son especialmente agresivas con las personas, pueden ser peligrosas si se choca accidentalmente con un nido y se sufre un ataque colectivo.

Los nidos se pueden empezar a ver en el mes de junio. En marzo, las hembras fundadoras, cuando salen de la hibernación construyen individualmente unos pequeños nidos (nido embrionario), del tamaño de una naranja, principalmente en lugares protegidos de edificios, como almacenes, porches y otras construcciones humanas, colmenas vacías u otros refugios. Estos tienen una decena de celdas rodeadas por una cúpula de papel.

Nidos

En mayo aparecen las primeras obreras de este nido y son estas las que a menudo, en la mayoría de casos, fabrican un nuevo nido (nido secundario) en una nueva ubicación, en el cual se instalará la colonia definitiva de aquel año, según la información aportada por la Generalitat de Catalunya. El otoño la reina puede producir, por término medio, unas 200 avispas reinas que fundarán nuevas coloniasel año siguiente, dependen de los recursos de la colonia fundadora. Por lo tanto este nido es abandonado y después de hibernar las reinas de manera separada en varios lugares, ya no será reutilizado.

En el invierno, los machos y obreras mueren, y el 95% de las reinas, también al no sobrevivir a las condiciones invernales. De las reinas que sobreviven en invierno, otro 90% mueren por competencia directa entre las reinas fundadoras la primavera siguiente.

Con el objetivo de sumar esfuerzos entre administraciones y ciudadanía para luchar contra la avispa asiática, y de difundir sistemas de control y lucha contra esta especie invasora, la Diputación de Tarragona ha organizado una serie de sesiones informativas para los municipios de la demarcación. Colabora con los mismos también con ayudas con el fin de extraer los nidos detectados en los municipios.