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'Espurna', una cerveza de concurso

Un equipo de la URV ha competido en el concurso de elaboración de cerveza artesana Moritz University

Los seis integrantes del equipo de la URV, creadores de la cerveza 'Chispa'.

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Espurna es una cerveza fácil de beber pero con personalidad, inspirada en la noche de Sant Joan. De color rojizo y toques tostados, como las hogueras, y sensaciones dulces en boca gracias a los aromas herbáceos de hinojo y flor de saúco, que pueden recordar la coca que se come aquella noche.

Esta es la propuesta de que presentó el equipo de estudiantes de los grados de Ingeniería de Bioprocesos Alimenticios y de Ingeniería Química de la Universidad Rovira i Virgili al jurado de la competición de elaboración de cerveza artesana a Moritz University. El certamen arrancó el mes de febrero, cuando los equipos competidores recibieron formación teórica sobre la composición y elaboración de la cerveza de la mano de los maestros cerveceros Albert Viaplana y Germán Melgarejo en la Fábrica Moritz Barcelona. Más tarde trabajaron en el diseño de la fórmula y después elaboraron la propuesta de cerveza fresca y sin pasterizar con otra formación a la micro cervecería de la Fábrica Moritz Barcelona.

El equipo de la URV lo formaban Èlia Climent, Paula Gibert, Pierina Aguadé, Albert Martí, Antonio Narváez y María Fernández y el fruto de todo este trabajo fue Espurna, una cerveza Irish Red Ale de 4,8 grados y una amargura de 22 IBU (International Bitterness Units).

El equipo de la URV compitió contra los equipos de seis universidades más: Universidad de Lleida, Universidad de Girona, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Barcelona, Universidad Politécnica de Cataluña e IQS School of Engineering. Fue la Politécnica la que se llevó el mayor reconocimiento del jurado, y su propuesta se convertirá en la cerveza de temporada de la Fábrica Moritz Barcelona en noviembre de 2020. Además, se comercializará durante cinco meses en la Fábrica y en el Bar Velódromo de la Ciutat Condal.

«Para nosotros Moritz University ha sido una experiencia muy enriquecedora en la que hemos aprendido mucho, que nos ha permitido trabajar en equipo para conseguir un objetivo común y poder pasar nuestra idea en la práctica elaborando nosotros mismos la cerveza diseñada», ha asegurado María Fernández, capitana del equipo de la URV.

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