La suspensión del PP43 paralizará también el hotel de Mas d'en Sorder

El proyecto constructivo de 236 nuevas viviendas del PP43, junto a Pinalbert, peligra nuevamente. Lo hace porque el gobierno municipal tiene la intención de aprobar una suspensión de la licencia para modificar el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM). Hay que recordar que este proyecto constructivo va ligado a la rehabilitación de un edificio tan emblemático y degradado como es el Mas d'en Sorder, para convertirlo en un hotel de cinco estrellas.

El argumento que sostiene la decisión del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona es la presunta afectación medioambiental que supondría llevar a cabo un proyecto que, a pesar de esta nueva sospecha, ya ha sido aprobado y que, además, cuenta con el aval de numerosos informes técnicos favorables. Estos informes tienen el sello tanto del Ayuntamiento de Tarragona como de la propia Generalitat de Catalunya y otros organismos oficiales.

Con todo eso y a pesar de lo que dicen los informes técnicos, el concejal de Territori, Xavier Puig, tiene decidido parar el proyecto, tal y como ya ha hecho en anteriores ocasiones. Puig es portavoz de ERC, el mismo partido que, desde el gobierno municipal y en coalición con el PSC, redactó, defendió y aprobó el POUM con el único voto en contra de ICV.

Aquel POUM incluía, entre muchos otros puntos, el PP43, que ahora es motivo de debate. Hay que recordar, también, que desde la aprobación del POUM y hasta el estallido del «caso Mas d'en Sorder» ha transcurrido una década, durante la cual ERC se ha mantenido en la oposición con respecto a la política municipal y, también, en silencio con respecto al PP43.

Todo cambia, sin embargo, con el retorno de los republicanos al gobierno municipal. En aquel momento, Puig ya manifiesta un cambio de opinión e intenta paralizar el proyecto, argumentando que la promoción inmobiliaria prevista en el PP43 no es viable, porque invade parte del espacio protegido por la Anilla Verde. Este extremo fue negado por la propiedad que, unos días después, vio como el Plan era aprobado por silencio administrativo.

Cambio de estrategia

Si la ley imponía la aprobación del Plan, el equipo de gobierno ha decidido cambiar de estrategia. Dado que el mencionado Plan ya está aprobado y no puede pararlo, se ha optado ahora por suspender la licencia, con el argumento de poder hacer una revisión del POUM.

Surgen aquí nuevos problemas, ya que esta suspensión comporta, necesariamente, tener que indemnizar a la propiedad. Se trataría de una indemnización que podría llegar a los cinco millones de euros que, si nada cambia, tendría que pagar la ciudad.

Además, la suspensión de la licencia implicaría otros daños colaterales, como es Mas d'en Sorder. Se trata de un complejo formado por un conjunto de edificaciones entre las cuales destacan la torre de doce metros de altura y la cúpula modernista de color blanco y verde, tapizada con troceado, entre otros elementos que configuran un recinto ocupado entre el siglo XIV y principios del siglo XX. Es un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural Nacional por la Generalitat y que amenaza con hundirse si no se actúa con urgencia. Un monumento arquitectónico expuesto a las consecuencias lógicas de su estado ruinoso y, también, al vandalismo y a la degradación.

El proyecto del PP43 contempla la rehabilitación de Mas d'en Sorder para construir un hotel de cinco estrellas. Sin embargo, la suspensión de la licencia implica la paralización de todo el proyecto, incluida la recuperación y rehabilitación de Mas d'en Sorder.

El arquitecto técnico Josep Maria Buqueras conoce a la perfección esta construcción y toda la evolución en los últimos años con respecto a los cambios que ha experimentado en los últimos tiempos. Buqueras recuerda que «el año 2009 se creó el Consejo de Modernismo –órgano asesor municipal y no vinculante que tiene el objetivo de dar a conocer y promover todo el patrimonio modernista de la ciudad». Este órgano pidió «realizar una inspección a Mas d'en Sorder», según recuerda Buqueras. «Se acordó que tenía un gran peligro entrar», añade el arquitecto, quien deja bien claro que «creo que aquí de lo que se trata es de salvar Mas d'en Sorder, es imprescindible».

Hay que recordar que Mas d'en Sorder fue proyectado por Josep Maria Pujol de Barberà el año 1913 y que está ubicado en la carretera del Catllar. Cuenta con dos plantas de altura y una cúpula de planta cuadrada, revestida de cerámica blanca y verde. Cuenta con varios elementos que lo hacen muy visitable, como su espectacular decoración.