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Arqueología

Una mercancía de Tarraco podía llegar antes a Roma que en Barcino

El investigador Pau de Soto digitaliza la red vial del Imperio Romano en Occidente y crea un modelo 3D

L'investigador Pau de Soto, en un enclavament arqueològic.

Una mercancía de Tarraco podía llegar antes a Roma que en Barcinocedida

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Los productos comerciales que salían de Tarraco llegaban antes en Roma, por mar, que a Barcino, por carretera. En tres días desembarcaban en Òstia, mientras que el traslado a la actual capital de Cataluña tardaban, por tierra, cerca de cuatro jornadas, a una media de 25 kilómetros al día. Aunque los desplazamientos eran más rápidos por mar, una de las fortalezas del Imperio Romano fue la extensa red de vías terrestres que comunicaban todo el territorio. Pau de Soto, investigador barcelonés del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC) que durante siete años residió en Tarragona, dirige un proyecto de digitalización para crear al primer modelo open fecha del sistema de transportes del Imperio Romano de Occidente.

La construcción de infraestructuras tenía como misión cumplir diferentes objetivos, tanto económicos, como políticos y territoriales. Hacer llegar la propaganda de Roma a todo el Imperio, facilitar la organización administrativa o trasladar mercancías desde puntos muy diversos eran algunos de los propósitos que se pretendían conseguir. La investigación que De Soto inició el noviembre del 2019 y que tendrá una duración de tres años pretende determinar el impacto de las redes de comunicación en todos los ámbitos de la sociedad romana. El proyecto Viator-e está diseñado para el análisis de las repercusiones económicas, políticas y sociales que se derivaban de la construcción de infraestructuras de transporte, su evolución y funcionamiento.

De Soto explicó a Diari Més que el proyecto de digitalización de las vías del Imperio en Occidente es financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades e incidirá en los territorios «de Britània, Hispania y Germanía, las actuales Suiza e Italia, y el norte de África». El resultado de la investigación «se pondrá a disposición de la gente que quiera hacer una consulta o una investigación|búsqueda», apuntó. El arqueólogo es el autor de un estudio sobre la red vial en la península Ibérica. «Muchos investigadores me pedían información», dijo. Este fue uno de los puntos de partida del diseño de Viator-e.

El proyecto consistirá en «estudiar cuánto costaba el transporte terrestre, marítimo y fluvial», comentó, para añadir que «la idea es calcular hasta qué punto era viable el traslado de productos y hacer una aproximación del coste económico». «Por ejemplo –dijo–, si salía más a cuenta llevar un vino de Tarraco a Complutum -Alcalá de Henares– por una vía o en Roma por mar». El estudio también tendrá en consideración aspectos como «los transportes que hacía el gobierno para tener satisfechas las legiones».

Por otra parte, «recopilaremos lo que ya se conoce y lo incorporaremos al proyecto de manera digitalizada y detallada: se trata de un proyecto dinámico y colaborativo». También «se reconstruirán con datos complementarios trazados originales que se han perdido, como la localización de mausoleos en las salidas de las ciudades, un hecho habitual, ya que los romanos querían ser recordados después de la muerte», comentó.

Con relación a la Vía Augusta, la carretera principal de Tarraco, De Soto apuntó que «desde esta ciudad salían dos grandes vías de la península, una dirección en Valencia (Valentía) y la Bética y otra hacia Lérida (Ilerda) y Zaragoza (Caesaraugusta)». «Es curioso que no había ninguna ciudad grande cerca de Tarraco, hecho que indica que esta lo absorbía todo,» comentó.

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