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Las asociaciones también se pierden el Sant Jordi y lamentan perder visibilidad

Aparte del ingreso económico con la venta de libros o rosas, que cada vez es menor, utilizan la diada para captar nuevos integrantes o publicitarse

El Nàstic suele utilizar Sant Jordi para poner en contacto jugadores y aficionados.

Las asociaciones también se pierden el Sant Jordi y lamentan perder visibilidadGerard Martí

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Que no se celebre Sant Jordi el día tradicionalmente indicado supondrá pérdidas para los libreros, las editoriales y los floristas, pero hay otra vertiente que a menudo se olvida en estas ferias de que, como a Tarragona, se instalan durante toda la jornada. La Rambla Nova es cada 23 de abril –excepto hoy– un día para las asociaciones de darse a conocer, establecer relaciones con otros, así como recaudar dinero para sus actividades. Es el caso del Agrupament Escolta i Guia Fent Camí, que este año perderán una «gran» fuente de ingresos a través de la venta de rosas y productos que hacen los mismos miembros de la entidad. Ariadna Garriga, cap del agrupamiento, detalla que cada año se hace menos dinero por la cantidad de paradas que hay, pero los jóvenes de entre 14 y 17 años ven «considerable» una cantidad que puede llegar a los 300 euros, ya sea a través de rosas, como también pasteles o libros de segunda mano. Al mismo tiempo, muchas familias se acercan a la parada para preguntar sobre su funcionamiento. «Es gente que no encontramos en el día a día», explica.

Otro agrupamiento, en este caso el Alverna, niega que les afecte mucho el hecho de no celebrar Sant Jordi. Mariona Sementé, también cap de agrupamiento, asegura que «hacemos Sant Jordi más por presencia en la calle». Es el caso de muchas asociaciones, que valoran sobre todo el hecho de compartir espacio con el tejido de la ciudad. Desde hace pocos años, además, este se concentra mayoritariamente en la última coca de la Rambla. Una histórica que hace más de 30 años que está es el Ateneu de Tarragona, que este año verá cómo no podrá vender sus libros de poesía o no hacer campañas benéficas. Jordi Freixa, su presidente, asegura que viven «con tristeza y solidaridad» el momento.

Visibilidad en el barrio

El caso de los Diables Foc i Gresca y de las asociaciones de Torreforta es diferente. Recientemente se había empezado a celebrar la festividad, como recuerda Raul Arias, responsable de Diables. «Va bien para ganar socios, la gente más joven se interesa más». Este año se habían empezado a hablar de organizar de nueve actividades culturales, pero el coronavirus ha acabado con esta posibilidad, al menos por ahora.

Libros alternativos

Un caso aparte también es el de colectivos como el Ateneu Llibertari Alomà. Marc Suanes, uno de sus miembros, explica que «es un día muy interesanteporque pasa mucha gente que llega nueva a la ciudad y te conoce, ven libros diferentes que los que hay en las librerías, de editoriales alternativas». Económicamente no los supone una entrada de dinero importando, como sí que es el caso del colectivo feminista Cau de Llunes, a quien «la parada de Santa Jordina» les supone «un 15%» de los ingresos de todo el año. En su caso, promueven la difusión de autoras que, como que este 2020 no lo podrán hacer físicamente, están publicitándolas a través de las redes sociales.

Los clubs deportivos

Con respecto a las entidades deportivas, el Club Bàsquet Tarragona había planificado estar hoy «como una entidad más», dice Aleix Boada, director general, pero el estado de alarma lo ha impedido. Usualmente aprovechan un día como este para hacerse visibles. Es también el caso del Gimnàstic. El coordinador general del club, Sergi Ferré, recuerda que la jornada es una oportunidad para los aficionados para hacerse fotos y que los signini autógrafos los jugadores más conocidos. Al mismo tiempo, dan a conocer las secciones.

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