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El mundo casteller confía en poder celebrar la temporada y que se mantenga el Concurs de Castells

Las collas constatan en el ACN la preocupación por el nivel que tendrán cuando se acabe el confinamiento, especialmente los chiquillos

La Tarraco Arena Plaça mientras la Colla Castellers Xiquets de Tarragona cargaba el 3d9f al Concurs de Castells.

El mundo casteller confía al poder celebrar la temporada y que se mantenga el Concurs de CastellsDavid Oliete

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El mundo casteller prevé una temporada más imprevisible que nunca. Aunque el incremento de collas los últimos años permite plantar construcciones durante todo el año, la temporada fuerte empieza tradicionalmente por Sant Joan. La crisis del coronavirus impacta de lleno en el calendario de festividades, que difícilmente encajan en el distanciamiento social que impone la pandemia. Con todo, las collas aseguran al ACN que prevén que haya temporada, aunque el primer tramo se resentirá, y confían en que el Concurs de Castells de Tarragona pueda celebrarse, siempre que cuente con el apoyo de las collas. Con todo, constatan la preocupación por como se recuperará el nivel, especialmente, el de los chiquillos, que tienen un papel «primordial».
La Coordinadora de Colles Castelleres de Cataluña (CCCC) admite que la principal preocupación a estas alturas es saber cómo será el desconfinamiento y el retorno a la normalidad. La entidad asume que, por el contacto físico y la proximidad que requiere, la actividad castellera será una de las que tardarán más en recuperarse. «No nos imaginamos hacer castillos con mascarilla o tener que mantener una cierta distancia. En el mundo casteller estas prevenciones no son aplicables», afirma al ACN Sergi Font, vicepresidente de la Coordinadora y miembro de la junta directiva de los Xiquets de Salt.

El hecho de que se hayan suspendido fiestas mayores previstas en julio y que ya se ponga en duda algunas de agosto, además, deja al aire el gruesodel calendario casteller. También está en el punto de mira el Concurs de Castells de Tarragona, el primer fin de semana de octubre. A pesar de que de momento el Ayuntamiento de Tarragona, que es el organizador, evita pronunciarse, la Coordinadora garantiza que dará apoyo a cualquier decisión que tome sobre el acontecimiento. «Somos optimistas en el sentido que creemos que se podrá celebrar. Otro tema es que habría que escuchar a las collas, ver si estarán preparadas y si podrán tener un nivel del cual estén orgullosas. Si la temporada empieza con ensayos en junio o julio, son muy pocos meses para garantizar una gran actuación y este es un extra que también habría que valorar», reflexiona Font.

Muchas collas no habían empezado ni a ensayar cuando se canceló toda la actividad castellera. Según el vicepresidente de la Coordinadora, en un entorno amateur no se puede exigir un grado de mantenimiento de la forma física a los castellers, porlo cual es de esperar que si el parón se alarga «costará más coger un buen ritmo». También preocupa la adaptación de los chiquillos, sobre todo de la nueva. Y no sólo eso, avisa. «Los castillos mayores, que necesitan a muchísima gente, que hay que ir probándoles y ver que todo encaje cómo tiene que encajar, costarán mucho de ver este año, si se puede hacer temporada,» vaticina Font.

La supervivencia económica también está comprometida en el caso de las collas más grandes. Según una encuesta hecha a las collas, la gran mayoría confían que podrán trampear la situación porque sin actividad no tienen ingresos ni gastos. En una situación se encuentran las collas más grandes. «Las que tienen hipotecas, alquileres y una gran estructura necesitan como sea los ingresos que preveían», señala el vicepresidente de la Coordinadora. Por eso, la entidad mantiene conversas con la Generalitat y confía en que las diferentes administraciones acaben materializando las subvenciones acordadas. «Es una de las grandes preocupaciones de muchos de las collas», apunta a Font.

Joves de Valls: «El principal problema son los chiquillos»

Para la Joves de Valls, los chiquillos son el principal problema. «Los chiquillos crecen y no haces nueva, nos faltarán falta pequeños para hacer de levantadores y enxanetas», señala el cap de colla de la Joves Xiquets de Valls, Jaume Martí. Eso comportará muchas variaciones a partir del piso de sextos, pero a priori no supondrá cambios a nivel de troncos. La Joves cree que el estado de forma no se pierde. Son muchos los castellers que mantienen la forma física haciendo ejercicios en casa. «De hecho, el nivel de la Colla lo marcan mucho los chiquillos», insiste Martí. «Como más tardemos más nos costará, pero que recuperaremos el nivel no tengo ninguna duda», añade el cap de colla.

Por el hecho de mover a muchos chiquillos y también personas mayores, los diablos rojos consideran que la temporada castellera no puede volver a arrancar hasta que la situación sea del todo segura y no se corra ningún riesgo. «No habrá temporada hasta que no haya una vacuna», opina Martí. En los de la camisa roja no los inquieta tanto haber perdido actuaciones concretas o, incluso, el Concurs de Castells de este año, sino desconocer cuándo se podrán volver a hacer castillos. Sin ingresos ni tampoco gastos, la crisis del coronavirus no ha salpicado económicamente la Joves, que tiene local en propiedad. Eso sí, ha paralizado la adquisición de un local adjunto para hacer obras.

Los Verdes confían en que habrá concurso

Los Castellers de Vilafranca trabajan con la previsión de que este año habrá temporada a pesar de la crisis sanitaria. «Quizás empezaremos en julio y acabaremos por Santa Llúcia en diciembre, pero temporada habrá», asegura al ACN el presidente de la Colla, Carles Mata. En este calendario incierto, confían en que se celebrará el concurso de Tarragona en octubre. Con todo, Mata apunta que habrá que rebajar la ambición de otros años: «Quizás se ganará el concurso con el 3 y el 4 de 9», apunta, insistiendo en que «habrá que focalizar el trabajo en tres construcciones, no más».

Durante el confinamiento, los Castellers de Vilafranca trabajan la forma física con una hora diaria de clases teledirigidas, mientras los chiquillos lo hacen con juegos y gincanas diseñadas expresamente. Mata asegura que «hacer castillos es como ir en bicicleta, no se olvida, de manera que prevé una buena condición física de la Colla una vez puedan volver a alzar construcciones.

Con respecto al impacto económico que pueda tener el confinamiento y las restricciones derivadas del coronavirus, Mata lamenta que se ha cancelado varias festividades castelleres y eso ha repercutido en la caja de la entidad. Tampoco han podido ingresar un céntimo a través de los tradicionales talleres y demostraciones. «De momento tenemos más gastos que ingresos», reconoce Mata, que se muestra tranquilo porla solvencia de la Colla «siempre y cuando la situación no se alargue muchos meses».

A la Vella de Valls, preocupación por el «cuándo» y no por el nivel

El cap de colla de la Colla Vella de los Xiquets de Valls, Albert Martínez, tiene muy claro que es lo más importante cuando se puedan volver a hacer castillos: «Poder ser todos». Asegura que no le preocupa el nivel que coja el grupo, sino que lo relevante es poder encontrarse en el local y hacer construcciones. «Me es muy indiferente lo que llevamospor Santa Úrsula, por ejemplo. Si tenemos que hacer un 4 de 7, haremos a un 4 de 7», explica. Y cree que el público lo agradecerá: «Si podemos ir a Sant Fèlix y tenemos que hacer castillos de 7, estoy convencido de que la plaza aplaudirá mucho porque será el máximo que tendremos en aquel momento, y será reconocido».

Uno de los puntos donde habrá que incidir son los chiquillos. Martínez apunta que este año no han hecho ningún ensayo y que, a estas alturas, los más pequeños ya tendríamos que haber hecho «entre 50 y 55 castillos de 7». Un rodaje que condicionará el grupo pero que, insiste, considera muy secundario. El posicionamiento, lógicamente, es lo mismo con respecto al Concurs de Castells. El jefetécnico de la Vella defiende que se celebre: «El Concurso ha servido muchas veces para encontrarnos y motivarnos en un año que no ha sido bueno. Yo lo mantendría, y si podemos hacer castillos será una gran fiesta», explica.

Lo que sí le preocupa es el aspecto económico, ya que sin festividades, las collas no tienen ingresos, mientras que hay gastos fijos que se mantienen, como los seguros o el mantenimiento del local. «Si no recibimos una ayuda de la Generalitat o de los ayuntamientos, todo el mundo casteller tendremos problemas», pronostica. Sin embargo, se muestra convencido de que las administraciones echarán una mano a toda la cultura popular.

Jove de Tarragona: «Hay que ver cuando podemos volver y con la energía»

El cap de colla de la Colla Jove Xiquets de Tarragona, Gorka Bertran, coincide en muchos aspectos con Martínez. Paraél, es evidente que la temporada será muy diferente. En el caso de su formación a estas alturas ya habrían hecho «cuatro o cinco festividades», y la sensación es que seguirán cayendo». «Lo tenemos que asumir y aceptar, pero sin perder la ilusión y las ganas que más adelante podremos hacer alguna cosa», comenta.

Sobre el nivel técnico de la Colla, lamenta que este año se habían planteado hacer tres ensayos por semana, y al final no habrán hecho nada durante meses. «Somos un grupo que va muy paso a paso para hacer los grandes castillos. Lo que marcará el curso es ver en qué momento podemos volver y con qué energía vuelve al grupo», señala. También tendrá incidencia en lo que puedan hacer los chiquillos. Sin embargo, es optimista y asegura que «son los que más rápido aprenden». Además, se muestra convencido de que cuando puedan volver a abrir el local intentarán recuperar el tiempo perdido ensayando más del previsto inicialmente. «Es un reto más, comenta».

En la vertiente económica, a pesar de las dificultades de todas las entidades, se muestra aligerado|aliviado porque al final no pudieron empezar el proyecto de nuevo local. «Por suerte o por desgracia, con el nuevo consistorio lo tenemos parado y no hemos podido iniciar las obras. Eso que hasta hace unos meses era una desgracia, ahora puede ser una suerte, porque si hubiéramos firmado una hipoteca ahora estaríamos sufriendo mucho la situación», expone. Bertran también pide que las collas castelleras, como motor social de la ciudad, no sufran recortes en las subvenciones.

Capgrossos de Mataró ve precipitado tomar ninguna decisión

Victor Payerol, cap de colla de los Capgrossos de Mataró ha explicado que han tenido que suspender todas las actuaciones en casa que tenían previstas hasta el 26 de abril. «Nos ha afectado a todo el calendario, hemos perdido actuaciones destacadas como la de la Fiesta Mayor de Terrassa, el 5 de julio», ha comentado. Asimismo ha dicho que también cuelga de un hilo la de Les Santes. «Soy bastante pesimista con respecto al primer tramo de la temporada, quedará muy tocado a nivel de actuaciones», ha señalado.

Con respecto al Concurs de Castells, ha apuntado que como grupo no han establecido un posicionamiento claro sobre si se tiene que celebrar o no. Con todo, ha apuntado que a título particular considera que «tomar una decisión ahora sería precipitado». Payerol considera que para el mundo casteller y para la cultura catalana «sería una gran noticia que se pudiera llevar a cabo esta fiesta de los castillos». Desde su punto de vista se tendría que tomar una decisión en el último momento y mantenerla «siempre y cuando no haya peligro evidente y se cumplan las medidas sanitarias necesarias».

El cap de colla de los Capgrossos reconoce que el coronavirus tendrá un impacto importante en el grupo y en la calidad de los castillos que podrán alcanzarse esta temporada. «Si en una temporada normal sabíamos que podriem llegar a Santas con garantías de poder afrontar los castillos de nuevo, ahora tendremos que ser conscientes de que si reanudamos la actividad después de Santas tardaremos meses a ponernos a tono, necesitaremos hacer una readaptación y no llegaremos a máximos», observación.

Payerol ha explicado que el grupo ha seguido cobrando las cuotas, pero advierte que han perdido los ingresos que percibían de las actuaciones que han tenido que ir suspendiendo. «Estamos intentando pactar una moratoria del alquiler del local con la empresa pública que es propietaria, pero por ahora no lo hemos conseguido», lamenta. Todo dibuja un escenario poco optimista por|para los habitantes de Mataró: «Este 2020 el balance será negativo y tendremos una pérdida de ingresos que a pesar de no ser muy elevada nos afectará», ha reconocido.

Para los Minyons, el objetivo es «volver a hacer castillos»

Jesús Rodríguez, presidente de los Minyons de Terrassa, asegura que el objetivo de este 2020 tiene que ser «volver a hacer castillos». Lamenta que la situación actual les haya hecho perder el primer tramo de la temporada y sobre todo una de las actuaciones más importantes parael grupo, la de la Fiesta Mayor. «Ha sido una vez muy dura, pero somos conscientes de que la prioridad ahora es detener la pandemia», ha reconocido.

El presidente de los camisas malva advierte que cuando se pueda reprender la actividad «se tendrá que empezar a trabajar desde cero» porque antes de que se decretara el estado de alarma sólo se habían podido hacer tres ensayos. «Llegaremos hasta donde podamos porque el éxito de este año no reside en el nombre del castillo sino al poder volver a tirar castillos en plaza», ha indicado.

Con respecto a los chiquillos, ha dicho que los Xiquets son «una parte muy importante» de la Colla y ha apuntado que han intentado mantener el contacto con los más pequeños para estar unidos. «Los invitamos a participar en un vídeo por animar en el personal sanitario de Terrassa y se animaron mucho», ha señalado.

En referencia a la situación económica, ha dicho que poco antes del confinamiento se pusieron en contacto con la Coordinadora de Colles Castelleres para saber como tenían que proceder las collas en caso de que se suspendiera una parte de la temporada y si habría posibilidades de paliar las pérdidas. «Se que se están haciendo cosas y confiamos al tener el apoyo de las instituciones», comenta.

Sin embargo, reconoce que la situación es delicada porque tienen una hipoteca del local que se tiene que ir pagando cada mes. «Es un gasto fixe importante y estamos trabajando con diferentes escenarios para poder hacer frente», ha apuntado.

Aparte, ha señalado que están trabajando en un protocolo interno por empezar a ensayar de forma segura y ha dicho que harán llegar este texto a la Coordinadora por si se puede hacer extensivo al resto del mundo casteller.

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