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La empresa de los patinetes eléctricos negocia descuentos para la URV

Buny asegura que este jueves ya estarán disponibles en dieciséis puntos de Tarragona

Los aparcamientos de bicicletas acogerán, a partir del jueves, los patinetes eléctricos de alquiler.

La empresa de los patinetes eléctricos negocia descuentos para la URVGerard Martí

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El sistema de alquiler de patinetes eléctricos llegará esta semana a Tarragona. Así lo asegura la primera empresa que se implantará en la ciudad, Buny, a través de su director Sergi Monferrer, que añade que desde hace una semana están negociando con la Universitat Rovira i Virgili (URV) poder dejar sus aparatos en los campus y ofrecer descuentos para estudiantes, docentes y personal administrativo y de servicios. «Ya hemos tenido conversaciones y tiene buena pinta», señala el director. La voluntad es «conectar los campus», una asignatura pendiente dada la distancia entre, por ejemplo, Sescelades y Catalunya.

Ayer se iniciaron las pruebas «en formato cerrado» y el jueves o viernes por la mañana ya estarán disponibles en los diferentes puntos de aparcamiento de bicicletas. Se trata de dieciséis puntos que disponen de cincuenta espacios y que se prevé que desde esta semana ya estén ocupados por estos patinetes. Para utilizarlos, hará falta utilizar la aplicación móvil de la compañía e ir protegido, respetando las normas de circulación habituales para Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Es en este sentido que tienen previsto organizar un taller gratuito de concienciación hacia finales de agosto o principios de septiembre como aseguran ya han hecho en Madrid, donde operan. En este taller se entregará, según la empresa, un casco de manera gratuita.

Los patinetes tendrán elementos de seguridad como un candado cuando estén estacionados, pero también dispondrán de un limitador de velocidad cuando estén en marcha, de 20 kilómetros por hora. «Nos hemos asegurado de cumplir la ordenanza de movilidad», manifiesta Monferrer, que se ofrece también para entrar a participar de un proceso de licitación futuro que quiera impulsar el consistorio. «Somos conscientes de que se acabará regulando», añade.

Más aparcamientos

Con estos cincuenta primeros patinetes se arrancará una prueba piloto que, si tiene éxito, se ampliará a más aparatos. Para que haya una cantidad superior de patinetes disponibles en la ciudad, sin embargo, será necesario que haya más aparcamientos. Es por eso que Buny se ofrecerá, en este caso, a financiar los nuevos espacios, que no tan sólo servirán para sus aparatos sino que se podrán utilizar para las bicicletas o VMP ya sean particulares o de empresas.

El servicio se gestionará a través de una aplicación móvil. El usuario desbloqueará el candado del patinete con un código de verificación. Al finalizar el trayecto, tendrá que dejarlo en otro aparcabicis, haciendo una fotografía para garantizar el buen funcionamiento del servicio. La empresa está definiendo el precio del servicio, pero avisa de que será más económico que el resto. En la mayoría de ciudades españolas y de Europa, los usuarios pagan un euro para desbloquear el patinete y 15 céntimos por minuto.

Descongestionar el tráfico

Monferrer cree que este modelo de transporte puede «descongestionar» el tráfico de la ciudad y ayudar a reducir las emisiones contaminantes de los coches. Monferrer apuesta porque el patinete se convierta en un medio de transporte más. «No queremos que se vea como una herramienta para uso turístico o de ocio, sino que los ciudadanos lo utilicen para ir al trabajo y para hacer sus encargos», propone.

El caso de Barcelona

Los patinetes eléctricos de alquiler llegarán por primera vez a la demarcación, pero en otras ciudades del Estado ya son una realidad. En el caso de Barcelona, las empresas que los gestionan iniciaron el servicio en enero de este año y algunos usuarios los atan en las aceras aunque las empresas recomiendan que el estacionamiento se haga en los sitios habilitados como los aparcamientos de bicicletas. Eso ya ha provocado sanciones por parte del Ayuntamiento e intentan regular un uso que, en esta ciudad, ya ha resultado molesto.

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