Un estudio avala la eliminación de siete de las doce vías del Moll de Costa

El concejal de Urbanisme en funciones, Josep Maria Milà, planteó hace dos años la posibilidad de eliminar buena parte de las vías de tren ubicadas al Moll de Costa para recuperar espacio para la ciudad. Su equipo trabaja desde enero para presentar el proyecto a ADIF, propietaria de gran parte del espacio, donde ahora hay vías sin servicio y oficinas de la empresa pública encargada de la gestión, construcción y explotación del servicio ferroviario. Un estudio externo, finalizado el abril pasado, avala el propósito de Milà y ve viable la desaparición de buena parte de las vías que transcurren en paralelo en los tinglados, así como un espacio más pequeño en la estación de tren de Tarragona, dónde podrían desaparecer dos vías.

El estudio, encargado por el Ayuntamiento en febrero a la empresa ECC Enginyeria SLP, distingue dos zonas de actuación donde se podría liberar espacio en beneficio del peatón: el Moll de Costa y la zona próxima a la calle del Mar, zona que llamaFactoría del Puerto y la estación de tren de Tarragona. En el área del muelle, prevé la liberación de 30.051 m². En esta zona descansan un total de 12 vías que forman un importante fajo de conexiones. El proyecto ve factible eliminar cinco de las vías próximas a la calle del Mar y dos más en el lado del mar sin, que en ningún caso, «se reduzca la funcionalidad actual» de los servicios de pasajeros y mercancías. «Estas vías se utilizan raramente y sólo para estacionar maquinaria de mantenimiento de vía. Queda bastante claro, pues, que entre el poco uso y que Adif la considera como apoyo para operaciones de mantenimiento, la funcionalidad de la Factoría del Puerto es prácticamente inexistente», señala el estudio, que se ha elaborado en tres meses.

Milà ve posible la construcción de una rambla que empiece en la plaza de los Carros y acabe en el Pont de la Petxina donde actualmente se encuentra la calle del Mar, una vía estrecha que discurrir en paralelo a las oficinas de Adif y las vías del tren, muchas de ellas sin servicio. El ingeniero que firma el estudio considera que esta zona de vías «sería la primera zona a pedir a Adif para negociar su retorno a la ciudad de Tarragona». La circunstancia de que este espacio transcurra en paralelo en la calle del Mar es otro motivo para pensar que, si el Ayuntamiento dispone de estos terrenos, «recuperaría un espacio muy valioso y facilitaría notablemente la permeabilització hacia el mar por el Moll de Costa», indica el trabajo.

El abril pasado, en una reunión en Madrid entre alcaldes de la demarcación y el secretario de Estado de Foment, Pedro Saura, el alcalde en funciones Josep Fèlix Ballesteros transmitió al Ministerio la propuesta de creación de la rambla del Mar. Un proyecto, que según explicaba Ballesteros en este diario hace unas semanas, Fomento «también lo ve viable». Para el alcalde socialista, la Parte Baja «ganaría la mirada al mar y también respiraría un poco de dignidad».

Desde la Associació de Veïns del Barri del Port, Carme Puig ve con buenos ojos el proyecto, pero lo ve «muy lejano». «Haría el barrio más atractivo, eso seguro», asegura la presidenta de la entidad vecinal, que cree que se tendría que haber hecho muy antes. La buena consideración por esta posible rambla en la Parte Baja, también deja paso al pesimismo. «Eso depende de Adif y no creo que estén por|para la labor», observa Puig.

37.466 m² liberados

El estudio también prevé la eliminación de 7.415 m2 en la estación de tren de Tarragona con la supresión de las vías 3, 5, 14 y 16. Las vías 3 y 5 son vías tope (sin salida y sin servicio) y que «no se utilizan para|por servicios ferroviarios». El estudio propone la construcción de un aparcamiento subterráneo En un escenario de futuro y en caso de que el Ayuntamiento consiguiera que Adif y la Autoridad Portuaria les cediera este espacio, la ciudad podría recuperar un total de 37.466 m² de superficie. La empresa encargada del estudio cree que el Ayuntamiento podrá «recuperar» el espacio del Moll de Costa entre 2021-2023.

De momento, Milà ha enviado una carta al subdelegado del Gobierno español de Tarragona para que «tome en consideración» este proyecto y lo insta en una «mesa de análisis». Algunos de los espacios son propiedad de la Autoridad Portuaria con quien el futuro gobierno municipal también tendrá que negociar la liberación de su espacio. El concejal de Urbanismo está convencido de que los barrios marítimos necesitan un cambio, «una sacudida», opina, y el intercambio de ideas con el resto de partidos sobre el proyecto todavía no se ha producido. «La receptividad para propuestas a largo plazo que tienen los partidos es escasa», señala. La rambla en la Parte Baja será, en todo caso, un «encargo» para el próximo gobierno municipal que no se conocerá hasta el sábado 15 de junio cuando los partidos del plenario voten desde la plaza de la Fuente el futuro alcalde de la ciudad.

La rambla del Mar sintoniza con la idea de la Isla Corsini, un proyecto del actual consistorio que tiene el objetivo de peatonalitzar una parte del centro, poniendo el foco en la plaza Corsini y las calles Unión y Apodaca. El proyecto, ideado por el concejal desaparecido del PDeCAT, Albert Abelló, persigue dinamizar un barrio golpeado por la crisis económica con muchos locales vacíos. Puig explica que el plan también prevé que la plaza de los Carros gane espacio para el peatón. Una de las prolongaciones de la plaza es, precisamente, la calle del Mar –ahora «ofegat»-, según Milà, que se ensancharía en gran medida si, finalmente, el proyecto ve la luz.