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Viñuales da apoyo a un gobierno unionista pero no formará parte de él

En Comú Podem se siente fuerte y la clave del futuro consistorio, y quiere estudiar con detalle si votará a favor de Ballesteros, de Ricomà o si se abstendrá

Ricomà y Nadal se encontrarán la próxima semana para valorar la posibilidad de llegar a un acuerdo de gobierno en el Ayuntamiento de Tarragona.

Viñuales apoya a un gobierno unionista pero no formará parte de élCristina Aguilar

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El nombre del futuro alcalde de Tarragona sigue siendo una incógnita cuatro días después de la celebración de las elecciones municipales, aunque, poco a poco, algunos partidos empiezan a definir sus estrategias. Una cosa es segura, el socialista Josep Fèlix Ballesteros repetirá por un cuarto mandato o el republicano Pau Ricomà debutará al frente de la alcaldía de Tarragona. Lo que es seguro es que socialistas y republicanos, que en un anterior mandato sí compartieron gobierno en la ciudad, no repetirán esta fórmula. El proceso independentista que vive Cataluña y la aplicación del artículo 155 de la Constitución con el apoyo de los socialistas lo hacen imposible. Además, ERC ya ha dicho de manera reiterada que en ningún caso dará apoyo a Ballesteros, a quien quiere fuera del gobierno municipal. Los primero contactos, todavía incipientes, empezarán a ser más intensos la próxima semana. Esta redacción ha podido saber que ERC mantendrá una reunión con JxTarragona.

A quien hasta ahora ha hablado más claro ha sido el cabeza de lista de Ciutadans, Rubén Viñuales. En declaraciones en esta redacción, el político naranja aseguró que «tenemos claro que facilitaremos un acuerdo para que Tarragona tenga un gobierno no independentista, porque no queremos ver esteladas ni pancartas pidiendo la libertad de los presos colgada a la fachada del Ayuntamiento.» Viñuales remarcó que, en ningún caso, Ciutadans «entrará a formar parte del gobierno municipal, pero sí estamos dispuestos a acuerdos puntuales».

Por otra parte, José Luís Martín, del Partido Popular, coincidió con Viñuales cuando dijo que «haremos todo lo posible para evitar un gobierno de independentistas», con la diferencia que «no descarto un acuerdo de gobierno a tres bandas» que incluiría al PSC y a Ciudadanos. Martín dijo que el pasado lunes felicité a Ballesteros, pero «todavía no hemos hablado de posibles acuerdos». «Todo está abierto», indicó.

La división de las siete fuerzas con representación en el futuro consistorio de Tarragona se consolida a los bloques donde confluyen los partidos independentistas, por una parte, y los constitucionalistas, por|para otra. En el primero, sin embargo, se agrupan varias ideologías que van desde la izquierda clásica al antisistema y el centroderecha que representa Juntos por Tarragona. En el bloque constitucionalista, PSC y PP ya saben qué es gobernar de manera conjunta, como han hecho en los tres últimos años del actual mandato, y Ciutadans ya se ha definido abiertamente a favor de dejar que Ballesteros se mantenga ante el gobierno de la ciudad. Todo hace que los dos concejales d'En Comú Podem (ECP) tengan a sus manos la clave para abrir la puerta al futuro gobierno de la ciudad, teniendo en cuenta que es de izquierda no independentista.

El portavoz de Ciudadanos, Rubén Viñuales, dijo que, precisamente, todo depende de la decisión de que tome en Común Podemos, que no es independentista y puede decantarse por un pacto progresista o uno de izquierdas con los antisistema de la CUP más Junts». Viñuales también dijo que «Ballesteros no tendría ningún problema en pactar con ERC».

En ECP no decidirán hasta la próxima semana, como mínimo, a qué candidato, o a qué bloque, atorgará su apoyo. Fuentes de esta formación informaron ayer en esta redacción de que la semana en curso la dedicará a valorar los resultados electorales y las posibles estrategias a adoptar y, en la próxima, se constituirá una comisión de debate para tomar una decisión. La misma fuente recordó que a en Comú Podem «hay diferentes organizaciones».

La candidata de ECP, Carla Aguilar, se limita, de momento, a interpretar como buenos los dos escaños que consiguió la coalición de izquierdas y mantiene un perfil mediático bajo sin mojarse en la valoración de posibles acuerdos. «Escucharemos lo que haga falta, pero no sabemos lo que pasará. Hemos nacido para cambiar las cosas», afirmaba el lunes en declaraciones en Radio Ciudad.

La CUP apuesta por Ricomà

Antes de empezar las negociaciones, la portavoz de la CUP, Laia Estrada, anunció ayer que facilitará un gobierno de ERC. Los cinco compromisos «de mínimos» que plantean los anticapitalistas, como echar atrás el proyecto de la Budallera y elaborar un estudio de calidad del aire, encuentran encaje en el programa de ERC que ya lo contempla entre sus promesas. Estrada no aclara si quiere entrar en el gobierno. Ahora bien, dice, de lo que es trata es de debatir la investidura. Después de una primera asamblea celebrada el martes, la CUP organizará una segunda reunión la próxima semana para decidir los posibles pactos de gobierno. La CUP todavía no ha hablado con los comunes, pero avisa que un pacto de gobierno con Junts per Tarragona con quien las diferencias son «tangibles», es «francamente difícil». «No podemos tener una macedonia ideológica con proyectos ideológicos que se contradigan», señaló.

Con el apoyo casi asegurado de la CUP, Ricomà tanteará en JxCAT y ECP para saber si puede contar con ellos. El neoconvergente Dídac Nadal evita hacer declaraciones y desde de ERC apuntan que las negociaciones tienen su ritmo. De momento, se ha emplazado con JxCAT, ECP y la CUP para hablar.

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