La Part Alta vive el quinto viacrucis de la Germandat dels Gitanos

La Germandat del Sant Crist dels Gitanos celebró ayer tarde la quinta edición del viacrucis por el interior de la parroquia de la Trinitat y la procesión por las calles de la Part Alta. La música estuvo presente mediante Luisa Márquez, quien cantó tres saetas, dos en el interior de la parroquia y una mientras el Sant Crist salía de la misma por las escaleras que conducen en la plaza del Rei. El cambio de día y hora decidido por la hermandad resultó positivo, ya que aumentó la participación de gente. En otras ediciones, la procesión del Sant Crist coincidía con el día en que, tradicionalmente, se hace la del Dolor.

Los Armats de Vilallonga del Camp participaron como invitados, mientras que la hermandad estrenó la sección de ministrers de su banda, que contribuyó a la emoción de los presentes con sus sonidos.

Kevin Gómez, secretario de la hermandad y director de la banda de música, comentó a esta redacción que el viacrucis y la procesión se han consolidado. Gómez explicó que «nuestra intención es tener un misterio propio y salir a la procesión del Viernes Santo, pero todavía queda mucho para que eso sea posible».

En el interior de la parroquia y cuando el Sant Crist accedió a la plaza del Rei, el silencio sólo se rompió con las saetas interpretadas por Márquez. «Todos los años hacemos una aportación musical diferente», dijo Gómez, quién recordó que el año pasado «fueron alabanzas gitanas».

Miembros de otras entidades de la Semana Santa tarraconense también participaron en la procesión con sus túnicas y algunas incluso sin estas. Cerca de un centenar de personas tomaron parte en la procesión, de las cuales más de una treintena pertenecen a la hermandad.

Estos actos de la Germandat del Sant Crist dels Gitanos «están abiertos a todo el mundo», remarcó Gómez, quién agradeció la colaboración de la Associació la Salle, de los Armats de Vilallonga y, muy especialmente, de la Reial i Venerable Congregació de la Puríssima Sang de Nostre Senyor Jesucrist, que cada año, desde los inicios, nos ofrece su ayuda y nos cede las túnicas».

De esta iniciativa empezó a hablarse en 2012, cuando el presidente de la hermandad, Lluís Gutiérrez recibió la propuesta de mosén Queraltó, responsable de la parroquia de la Trinitat.