La Generalitat pagará la revisión de un total de 300 iglesias tarraconenses

La Direcció General de Patrimoni Cultural de la Generalitat, costeará el análisis del estado estructural, físico y de conservación de 326 iglesias del Arzobispado de Tarragona y del Obispado de Tortosa, un total de 300 en la provincia y de otros 26 en las comarcas leridanas, también gestionadas por la autoridad eclesial tarraconense. Las tareas de valoración se realizarán en los templos parroquiales catalogados como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y también a los de Interés Local (BCIL). En total, se destinarán 88.551 euros (IVA incluido) a un patrimonio que la Generalitat, reconoce, no es de su propiedad: «Gran parte del patrimonio es privado y sobre todo de la iglesia, pero no se puede desentender», se apunta en el informe justificativo para la puesta en marcha de los trámites administrativos. «Ellos son beneficiarios de manera indirecta de este encargo, pero el objetivo principal del contrato propuesto es cumplir las funciones propias del Servicio de Patrimonio Arquitectónico», se argumenta.

Los técnicos del Departament de Cultura consideran necesario «disponer de una radiografía general y particular del estado actual de los inmuebles objeto de análisis, con el fin de poder tomar decisiones para protegerlo», se añade. «Nos permitirá establecer prioridades a la hora de programar las actuaciones a realizar y valorar con más objetividad y conocimiento las peticiones de subvención de concurrencia pública que se soliciten», se explicita en el informe. Además, la administración catalana asegura que «incluso se podrá saber qué mantenimiento se hace y si eso pudiera hacer necesario una declaración superior para protegerlo». Estos informes también permitirían, dado el caso, conminar a los responsables eclesiales, a actuar con un «requerimiento en la propiedad para que se resuelvan problemas importantes».

Los trabajos, que se llevarán a cabo en todos los templos parroquiales de Cataluña catalogados como Bien de Interés Cultural (tanto local como nacional), se iniciarán a la demarcación de Tarragona (y en la parte de Lleida que el Arzobispado abarca) en pocas semanas. Cuatro estudios de arquitectura han resultado adjudicatarios del concurso público. Una vez realizada la formalización del contrato, contarán con tres meses y medio para llevar a cabo los estudios a pie de campo.

En la ciudad de Tarragona se revisarán 13 iglesias y también el templo más emblemático, la catedral, que sufre humedades ya constatadas, y en estudio, a la nave central y a las capillas de Santa Tecla, Corpus Christi y Sant Joan. En el caso del Tarragonès y el Baix Penedès, se estudiarán 67 edificaciones, con una partida presupuestaria de 19.597 euros (IVA incluido).

De «bueno» a «muy deficiente»

La Generalitat ha solicitado que los arquitectos clasifiquen el estado de conservación en un rango que comprende cuatro niveles: Bueno, cuando «no se aprecien deficiencias»; Con Incidencias, cuando «existan deficiencias por falta de conservación»; Deficiente, cuando se detecten problemáticas «que habría que corregir» y, finalmente, el nivel Muy Deficiente, cuando los profesionales constaten «la existencia generalizada de deficiencias que por su importancia afectan gravemente a la estabilidad del edificio y representan un peligro para la seguridad de las personas». En este nivel, se recoge la necesidad «de adoptar con carácter inmediato las medidas de seguridad correspondientes», se indica en el informe de la Dirección General de Patrimonio.

Antecedentes preocupantes

Algunos de los templos religiosos del territorio sufren severos problemas estructurales, como es el caso de la iglesia de Sant Feliu Màrtir de Constantí, cerrada en el público desde marzo del 2016 y que sufrió uno importante hundimiento de entre un 15 y un 20% de su tejado este último mes de abril. Se suma la iglesia nueva de Sant Miquel de la Espluga de Francolí, cerrada este último abril por peligro de desprendimientos o el templo parroquial de Barberà de la Conca, que presenta notables grietas.