El director del Festival de Mérida dice que Tarragona podría ser una subsede

Una parte del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida llega este fin de semana al escenario del Teatro Tarragona, en el marco del programa cultural de los Juegos Mediterráneos. Mañana, sábado, y el domingo, se representará Edipo rey , de Sófocles, con versión de Miguel Murillo y dirigida por Denis Raftes. La primera de las representaciones será a las 21.30 horas y, la segunda, a las 17 horas. Los días 16 y 17 de junio será el turno de Calígula , de Albert Camús y dirigida por Mario Gas.

Tarragona se convertirá en la quinta sede del festival de Mérida ubicada lejos de la capital de Extremadura. Las otras extensiones son, además de Tarragona, Medellín, Regina, Cáparra y Madrid. En el caso de Tarragona, la relación será, inicialmente, temporal, ya que está directamente vinculada a la celebración de los Juegos Mediterráneos.

El director del festival, Jesús Cimarro, manifestó ayer a esta redacción que, «de cara al futuro», sería muy positivo «poder ampliar la extensión del festival en Tarragona». Cimarro remarcó que la decisión de llevar dos obras en aplicación del programa cultural de los Juegos Mediterráneos «es una iniciativa importante y la cosa huele bien». El director del festival añadió que las representaciones que se harán en el Teatre Tarragona «abren la puerta a poder hacer una nueva extensión en esta ciudad».

Jesús Cimarro se refirió a las conexiones históricas existentes entre Tarragona y Mérida. «Hay muchas similitudes entre las dos ciudades, tanto por su patrimonio como por su pasado romano». Cimarro recordó que el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida «es uno de los más longevos de Europa, y su temática corresponde a las culturas griega y romana, y por eso pienso que es positivo que una parte se pueda ver en Tarragona». El director añadió que «ha sido un acierto» programar obras del festival de la capital extremeña en el marco de los Juegos Mediterráneos.

Las obras

La versión de Miguel Murillo presenta a un Edipo que reina en Tebas contando con la veneración del pueblo y el amor de Jocasta, la viuda de Layo, el rey muerto, ahora convertida en su esposa. Como acostumbra a suceder en el teatro clásico, la ciudad está asolada por numerosos males y sus habitantes acuden a Edipo para que interceda por ellos. Desde la ciudad griega de Delfos, desde el altar de Apolo, llega la noticia, llevada por Creonte, que señala a quien mató en Layo como causante de todos los males. Sólo su castigo salvará a Tebas.

El desarrollo de la obra se irá complicando. Sófocles aplica el más riguroso de los dramatismos. Después de la muerte del rey de Corinto, Pólibo, a lo que Edipo considera su padre, una terrible verdad llegará hasta el trono de Tebas: Edipo es el causante de la muerte de Layo i Jocasta, la viuda y esposa de Edipo, es realmente su propia madre.

Con respecto a Calígula , se presenta en una versión modernizada, escénicamente parlante, de la obra de Albert Camús.