Diari Més

Xavier Moratonas: Fundador de Lu2, una empresa especializada en juegos de mesa

«Los juegos educativos son divertidos, porque la diversión es muy motivadora»

El responsable de Lu2 participará en la sesión ‘Els jocs com a eina per a l’aprenentatge’ organizada por el Club Diògenes el 16 de junio en Tarragona

Moratonas trabaja para difundir los juegos de mesa como recurso pedagógico en los centros educativos.

«Los juegos educativos son divertidos, porque la diversión es muy motivadora»Cristina Aguilar

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—En LU2 se definen como expertos en el ‘Game-Based Learning’ o Aprendizaje Basado en Juegos. Cómo funciona este aprendizaje?

—Es el uso de juegos de mesa con objetivos pedagógicos o educativos. Por lo tanto, es diferente de jugar, el foco no está en el juego, sino en que se tiene que aprender algo mientras se está jugando. Por eso, no todos los juegos tienen la misma efectividad, y también depende de cómo se utiliza el juego, porque según como lo uses puedes conseguir cosas diferentes. Un mismo juego se puede usar en una escuela, con gente mayor o en un centro penitenciario, y a pesar de que el juego es el mismo, el objetivo que se busca y la manera como se usa no tiene por qué serlo.

—En las aulas ahora se está apostando mucho por la gamificación. Estamos hablando del mismo?

—Sí y no. La gamificación utiliza elementos del juego en ambientes que no están considerados lúdicos. Cuando se empieza a hacer gamificación es una herramienta de marketing que busca crear un vínculo con el consumidor con cosas como por ejemplo las tarjetas de puntos. Después se intenta introducir en la educación, por ejemplo en la Medicina, cogiendo elementos del juego, como sistemas de puntos o recompensas, pero en actividades que no son lúdicas. La cuestión es si consideramos que la escuela tiene que ser un lugar lúdico o no. Pero un error que se comete a menudo es considerar que el juego no es serio. Pero el contrario de divertido no es ‘serio’, sino aburrido, hay mucha gente que juega muy seriamente. El hecho de jugar no disminuye la carga educativa de la actividad. Al final, hay mucha gente que dice que hace gamificación en el aula pero en realidad está usando un juego para el aprendizaje.

—Así pues, un juego educativo puede ser a la vez muy divertido.

—Sí, el que buscamos es motivar los niños, y la diversión es motivadora. Que un juego sea divertido nos proporciona placer, y aquello que nos da placer tendemos a repetirlo. Y la diversión puede venir porque te lo pasas bien, o porque por ejemplo te parece divertido enfrentarte a un reto intelectual.

—La repetición del juego también es importante?

—La parte más interesante del juego son precisamente las repeticiones: no se trata de jugar una única vez, sino de ver como, con la repetición, se va mejorando. Si juegas a un juego pocas veces, no ves los resultados. Es el que decíamos antes: la relación con el cómo. Dependiendo de cómo se utilice el juego, no se aprende nada.

—Qué tiene que tener un juego para ser una buena herramienta de aprendizaje?

—Primero, tiene que tener un objetivo claro. Con los juegos se pueden tocar diferentes teclas, y por lo tanto hay que ser consciente y saber qué quieres tocar, o si las quieres tocar todas. Otra cuestión es las posibilidades de decidir que ofrece el juego. Queremos que el niño tome decisiones en base al análisis de una información, y después se haga responsable de estas decisiones, tanto si le han ido bien como si le han ido mal. Si el juego tiene un componente de azar muy grande, la toma de decisiones pasa a un segundo plano. Si, haga lo que haga, todo depende de un dado, no soy responsable de mis decisiones. En tercer lugar, es importando el reto. Se tiene que ajustar a las capacidades del jugador, si es demasiado grande se puede sentir frustrado, y si es demasiado fácil se aburrirá.

—La duración del juego también es importante?

—Sí, un juego puede ser muy bueno, pero si dura dos horas no se podrá usar en el aula. Después, a la hora de escoger los juegos que ofrecemos, nosotros también valoramos otras cuestiones, que pueden parecer una tonteria, pero no lo son. Por ejemplo, la calidad del material. Hay juegos que están bien pero tienen piezas muy pequeñas, o que cuando caen al suelo no hacen ruido. Esto quiere decir que quizás aquella pieza no se recogerá, y poco a poco, si esto se va repitiendo, el juego irá desapareciendo. El diseño también es importante por la durabilidad de las piezas o la facilidad para conseguir recambios. De aquí que en nuestra web no pasamos de los doscientos juegos a la venta, porque hacemos una selección cuidadosa.

—Este tipo de juegos son también adecuados para jugar en familia, si en las casas hay niños de edades diferentes, a diferencia de las clases?

—Sí, el reto se puede hacer para todos. Se trata de buscar el juego más adecuado. Si en una casa hay un niño de 4 años y uno de 10, buscaremos un juego en qué puedan jugar los dos con los padres, y que el de 4 pueda ganar sin que los otros se dejen ganar. En el caso de los niños a partir de 4 años, por ejemplo, funcionan muy bien los juegos de memoria, porque a esta edad tienen mucha, y si se esfuerzan son capaces de ganar los adultos y los hermanos mayores.

—Los juegos para el aula han sido diseñados específicamente para esta función?

—No, nosotros buscamos entre los juegos comerciales, pensados para el uso en familia y hacemos una selección. A veces, pero, hay juegos que los diseñan matemáticos, físicos o lingüistas, que aportan sus conocimientos a los juegos, y esto se nota.

—Hay algún juego antiguo que tenga estas características?

—Con los juegos antiguos hay que mirar si han aguantado bien el paso del tiempo. El Monopoly, por ejemplo, es uno de los juegos más vendidos, pero nosotros no lo ofrecemos porque es muy difícil acabar una partida en una hora lectiva. Además, tiene un componente de azar demasiado grande, y al cabo de muchas partidas no ves que juegues mejor. Eso sí, tiene una cosa positiva, y es el uso del dinero. No hay muchos juegos que lo tengan, nosotros los buscamos, porque es una cosa que nos piden.

—Y los juegos tradicionales?

–Curiosamente, nosotros hasta hace poco veníamos un juego africano que se llama 'awalé', que debe de tener más de mil años. Ahora no lo vendemos porque el proveedor ya no lo hace, y estamos buscando otro. Está muy bien para el cálculo mental. El ajedrez también son un juego milenario que ha aguantado bien el paso del tiempo. En cambio otros han desaparecido, y si ha pasado esto, debe de ser por algo.

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