La restauración de las sargas del órgano encara la recta final

La restauración de las sargas del órgano de la Catedral se encuentran en su recta final, pasados quince meses desde que expertos de la Generalitat iniciaron los trabajos. El proyecto ha consistido en la limpieza de la superficie pictórica y el diseño del nuevo apoyo de madera de las telas, además del tratamiento de estas y el retoque cromático de las zonas que lo han requerido. Esta intervención finalizará con el retorno de las puertas con la tela a su emplazamiento en el órgano.

El estado en que se encontraban por la acción del paso del tiempo recomendaron una actuación en profundidad para poder conservar este importante patrimonio religioso de Tarragona.

En febrero del 2017 se presentó en rueda de prensa el proyecto de conservación y restauración de las monumentales pinturas de las puertas del órgano, únicas por su dimensión. Las pinturas son obra de Pietro Paolo de Montalbergo, el cual las realizó en el siglo XVI, parece ser, en colaboración con el griego Pere Serafí, extremo que no ha sido confirmado. Su finalidad era ocultar, cuándo convenía, en función del calendario litúrgico, los tubos del cuerpo central de la caja del órgano, de grandes dimensiones.

El presupuesto de la intervención ha ascendido a 110.000 euros, de los cuales 50.000 han sido aportados por el Departamento de Cultura de la Generalitat, 30.000 por la Diputación de Tarragona y 30.000 por la Fundación Privada Mutua Catalana.

El órgano de la Catedral es renacentista, fue construido en la segunda mitad del siglo XVI y fue restaurado por última vez en 2013. La última reforma se hizo en unos talleres artesanales de Holanda, donde construyeron los nuevos tubos.

Cuando las puertas del órgano están cerradas, dejan a la vista del espectador imágenes de la Anunciación, mientras que, si están abiertas, muestran la Adoración de los pastores, a la izquierda, y la Resurrección, a la derecha.

Una de las problemáticas que ha planteado la restauración ha sido el estado de conservación de las telas, que en algunos sectores estaban muy estropeadas. Además, se ha tenido que hacer una nueva estructura dónde anclar las puertas porque, por las dimensiones de las puertas y su peso, hacían conveniente sustituir las originales.

El resultado final de la intervención en las telas da lugar a la recuperación de los colores de las pinturas del siglo XVI y las formas de los elementos, que en algunos sectores eran casi imperceptibles por la acumulación de elementos nocivos, como el humo proveniente de las velas.