Diari Més

Ballesteros, más cerca de volver a presentarse: «No percibo que la gente me quiera amortizar»

El alcalde de Tarragona desmiente «rotundamente» un acuerdo para compartir la alcaldía con Cs y se abre a pactar con todo el mundo que apueste por la ciudad

El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, en su despacho de alcaldía.

Ballesteros, más cerca de volver a presentarse: «No percibo que la gente me quiera amortizar»ACN

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El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, se inclina cada vez más por volver a presentarse a la reelección como candidato del PSC, pero asegura que la decisión «definitiva» todavía no está tomada y que la hará pública dentro de unas semanas. «No marearé la perdiz durante todo el verano, ni me iré haciendo el deseado», garantiza en una entrevista a laACN.

El alcalde, que se confiesa uno convencido de los pactos en política, desmiente «rotundamente» que haya sellado un acuerdo con Cs para compartir la alcaldía durante el próximo mandato y asegura que no se presta nunca «a este tipo de juegos». Como acostumbra a decir, pactará «con todo el mundo que apueste por la ciudad», de forma inclusiva. Aunque algunos de sus adversarios políticos lo han acusado de estar «amortizado» y «agotado», Ballesteros saca pecho de los apoyos recibidos en el 2011 y en el 2015 en las urnas. «A mí me preocuparía que me quisiera amortizar a la gente y no percibo que la gente me quiera amortizar», defiende.

Cada día que pasa, el alcalde socialista de Tarragona está más cerca de anunciar que aspira a gobernar la ciudad por cuarto mandato consecutivo. Sin embargo, asegura que todavía no lo tiene del todo decidido y que se esperará unas semanas -«entre un mes y un mes y medio»- para anunciar oficialmente su futuro.

Ballesteros, que actualmente gobierna en minoría con el PP después de la salida del concejal de Units, niega que haya un acuerdo firmado con Cs de cara a los comicios previstos para el 26 de mayo del próximo año. «Me han dicho que lo ha dicho uno de los posibles candidatos de Ciutadans, pero lo desmiento rotundamente», puntualiza.

Preguntado por las críticas de algunos adversarios políticos, ironiza que debe ser «como una hipoteca» porque lo han amortizado en el 2011, en el 2015 y ahora lo pretenden amortizar de nuevo. «Mientras los que me quieran amortizar sean mis adversarios, que no enemigos políticos, eso no me preocupa nada. Por eso lo consulto con tanta gente, porque a mí me preocuparía que me quisiera amortizar a la gente y no lo percibo», confiesa.

Abierto a los pactos

El alcalde asegura que su objetivo es hacer políticas de izquierdas, pero que eso se puede hacer pactando «con gente de derechas». Lo justifica por el hecho de que no ha dejado de lado los programas sociales, educativos, de justicia social, ni de cooperación internacional. «No hemos renunciado a ningún planteamiento básico de un programa progresista y de izquierdas», defiende sobre el pacto con los populares.

Con un escenario político municipal que a día de hoy todavía se mantiene «muy abierto» -sólo Pau Ricomà, de ERC, está confirmado para repetir como cabeza de lista-, el alcalde garantiza que extenderá la mano a los pactos. «A priori, las siglas indican cosas, pero si nos entendemos en aquello fundamental para que la ciudad salga adelante, estoy abierto a cualquier propuesta y solución, siempre que no sea excluyente», avisa.

Sobre la irrupción en el plenario de Dídac Nadal, hijo del exalcalde Joan Miquel Nadal, Ballesteros no se muestra nada preocupado. Cuando se anunció que Nadal sería el portavoz del PDeCAT del consistorio, el presidente del comité local vaticinó que sería «una pesadilla para Ballesteros». El alcalde, sin embargo, ironiza que a él «nadie» le quita el sueño, más allá de su familia, y menos todavía con su «edad» y con su «experiencia» en política.

Ballesteros defiende que «ha hecho el trabajo» en materia económica, como demuestran los cuatro ejercicios consecutivos con superávit. «Hemos reducido el endeudamiento por debajo del 110% antes de tiempo, y estamos en condiciones de volver a proponer inversiones para la ciudadanía, hacer procesos de participación ciudadana y decidir presupuestos participativos. Propongo consolidar esta salida del pozo con lo que encontramos en la ciudad», avanza.

«La CUP es una anécdota política»

Sobre la polémica por la continuidad en el plenario de la concejala de la CUP Laia Estrada a raíz de su condena pel ‘caso Bershka’, el alcalde afirma que está pendiente de los informes jurídicos municipales. «No tengo ningún interés en que termine. Ya 's'ho farà'; tampoco me saca el sueño. Para mí la CUP es una anécdota política», opina. Ballesteros insiste en que se están estudiando las alegaciones presentadas por la concejala, a quien recientemente la Audiencia de Tarragona ha sustituido la condena a tres meses de prisión por una multa. «No me preocupa nada», admite el alcalde.

Satisfacción por el acuerdo ferroviario

Sobre la actualidad local, Ballesteros se muestra satisfecho del acuerdo para el mapa ferroviario firmado con la Generalitat y los alcaldes de Reus, Cambrils, Salou y Vila-seca. «Por primera vez el territorio ha decidido qué quiere. Hasta ahora las cosas nos habían venido de fuera, como la ubicación de la estación del AVE, pero ahora seremos nosotros quien escribiremos el guion», defensa.

El alcalde de Tarragona está convencido de que, con este acuerdo, ninguna iniciativa particular hará tambalearse el conjunto del proyecto. Ahora bien, el alcalde admite que ahora su principal preocupación es la solución definitiva para los trenes de mercancías, que considera que tendrán que desviarse por el interior. «Sería una barbaridad que las mercancías pasen por las ciudades y los trenes de pasajeros por el exterior», alerta.

Nuevos proyectos hoteleros y consolidación de los cruceros

Coincidiendo con un periodo de pujanza turística, el alcalde confirma que el proyecto de reforma del Hotel Imperial Tarraco estará acabado dentro de un año, antes del verano del 2019, y supondrá una inversión de cerca de 10 MEUR. Sobre la venta forzosa de Ca l'Ardiacadespués de la falta de acuerdo con la propiedad para impulsar un pequeño hotel de lujo, el alcalde afirma que la subasta de la finca saldrá a licitación por importe de medio millón de euros. «Ha habido preguntas de empresas, pero no puedo decir que ya haya un operador que lo hará», reconoce.

Con respecto a los buenos resultados de los cruceros, el alcalde asegura que el proyecto se encuentra en el escenario deseado hace pocos años. Sobre las comparaciones con Barcelona, el alcalde opina que en Tarragona nunca habrá que sufrir por una «avalancha» de cruceristas, principalmente por falta de capacidad del mismo puerto. Según el alcalde, los cruceros tienen que ser una estrategia de futuro y, de hecho, mantiene que el comercio local nota un incremento del negocio cuando llegan los barcos.

Con respecto a la imagen de la ciudad, uno de los aspectos que más preocupa al alcalde es el incivismo, que cuesta más de un millón de euros anuales en las arcas municipales. «Seguramente falla que no hacemos una educación colectiva lo bastante buena y que hay desentendida por parte de alguna gente», reconoce sobre la problemática. El alcalde recuerda que con el gasto para paliar el incivismo podrían costear dos jardines de infancia o tres fiestas de Santa Tecla. A pesar de las campañas promocionales y educativas, el alcalde lamenta que «desdichadamente», esta lucha tenga que ir acompañada de «medidas coercitivas y más medidas de vigilancia y control», como demuestra la apuesta para contratar detectives privados.

Avances para reabrir el Banco de España y desencallar la implantación de Ikea

El alcalde confía en que este año se desencallarán algunos proyectos pendientes en la ciudad. Antes de finales de año, por ejemplo, el consistorio encargará el proyecto para convertir el Banco de España en un centro cultural de difusión de la actividad científica que llevan a cabo el IPHES, el ICAC y el ICIQ. Su presupuesto está supeditado a la venta de patrimonio, pero el alcalde cree que el próximo mes se podrá desencallar la situación.

Por otra parte, sobre la implantación de Ikea en Campclar, Ballesteros sostiene que hay un acuerdo para resolver los recursos presentados por algunos propietarios de los terrenos y que, si no hay «ningún susto», los trabajos se iniciarán en verano. Con respecto al MNAT, en cambio, el alcalde lamenta que la Generalitat y el gobierno español no hayan aprovechado las obras en el actual edificio para presentar el proyecto de traslado definitivo a la Tabacalera. «Llevamos un año de retraso», lamenta.

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