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El proyecto contra la pobreza energética de Campclar reclama la ayuda del Ayuntamiento

Se llama ‘A-porta’, ha atendido a 157 familias en tres meses con «muy buenos resultados» y tiene el soporte de la Generalitat de Catalunya y la Asociación de Vecinos

El equipo encargado de ir casa por casa a hablar con las familias, este 10 de octubre en Campclar.

El proyecto contra la pobreza energética en Campclar reclama la ayuda del AyuntamientoCristina Aguilar

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Ir de casa en casa para luchar contra la pobreza energética. Este es el objetivo del proyecto A-porta, ideado por la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña (Confavc). Llegó a Campclar hace tres meses porque «era un barrio que lo necesitaba», según el presidente de la Confavc, Jordi Giró, pero en Tarragona no ha contado con el apoyo del consistorio. El Ayuntamiento de la ciudad «no quiso colaborar en un primer momento», según explicaba Giró, por este motivo «hacemos un llamamiento públicamente a que se lo repiense y participe», expresaba el director de servicios territoriales del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat, Francesc Tarragona.

Con la figura del Ayuntamiento como un nuevo partner del proyecto, «los recursos se optimizarían mucho mejor y conseguiríamos tejer un proyecto interdepartamental», expresaba Tarragona. Por su parte, Giró informaba que de todos los casos tratados por A-porta «sólo un 5% habían sido detectados por los Servicios Sociales de la ciudad». Esta cifra, según el mismo, significa que «a pesar de los buenos resultados que está dando el programa, todavía queda mucho trabajo por hacer».

El empoderamiento, un objetivo

Uno de los objetivos del programa para luchar contra la pobreza energética es «empoderar a la gente del barrio». Así lo aseguraba Giró y también el equipo de trabajo encargado de ir, puerta por puerta, para conseguir entrevistar a las familias y dar herramientas para hacerlo. La coordinadora del proyecto, Noelia Boscar, detallaba que los trabajadores de A-porta intentan ganarse la confianza de las unidades familiares. Una vez conseguido eso, evalúan el estado de la vivienda y los hábitos de consumo energético. Después, hacen un análisis de las facturas de la luz con el fin de detectar servicios adicionales e innecesarios, bonificaciones que no tendrían que pagar o alteraciones en los costes de la energía.

El proyecto empezó hace tres meses y todavía quedan dos para acabarlo. Aun así, ayer se presentaron los resultados hasta el momento. A-porta asignó, con la ayuda de la Asociación de Vecinos del barrio, 519 viviendas para actuar. Durante este trimestre, 306 unidades familiares han accedido a «abrir la puerta» a los trabajadores para tener un primer contacto, y un total de 157 han completado las entrevistas y han podido empezar los trámites para mejorar la situación y combatir la pobreza energética. Cuando el proyecto acabe definitivamente, decía Boscar, «podremos informar del ahorro que ha supuesto para las familias entrar en el proyecto».

La soledad de las personas mayores

Aunque la pobreza energética es el eje central del programa, A-porta ya ha servido también para detectar un problema «grave y de país», según Tarragona. Se trata de la soledad de las personas mayores, hecho que favorece la presencia de la pobreza energética, pero también de muchos otros conflictos. Es por este motivo que este proyecto «quiere hacer de antena para crear otros que mejoren la situación en Campclar», expresaba Giró, que añadía que «la voluntad es que este barrio sea un punto de inflexión en el Camp de Tarragona».

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