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El pregonero de Setmana Santa hace un llamamiento a la tolerancia religiosa

Enric Vendrell, director de Assumptes Religiosos, explicó que las cofradías «hacen posible que la fe se haga visible en todos los rincones»

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Enric Vendrell, «tarraconense y cristiano», tal como lo describió Joaquim Julià, presidente de la Agrupaciód'Associacionsde la Setmana Santa, fue ayer el pregonero de laSetmana Santa, que por primer año, se realizó en la iglesia de Sant Agustí de Tarragona. Vendrell es también el director de AssumptesReligiosos de la Generalitat y, como tal, elogió el papel de las cofradías tarraconenses: «Son el elemento que religa las diferentes generaciones de tarraconenses y tarraconenses que se han implicado en esta celebración y que la proyectan hacia el futuro. Son, en definitiva, la expresión más pura de la religiosidad popular católica». Además, quiso defender el papel de la religiosidad popular, expresando que es una forma de mostrar la fe, imprescindible en una religión: «Durante décadas, los intelectuales predijeron el fin de la religión a nuestra sociedad. A medida que la ciencia y la racionalidad ganaban espacio, la religión lo perdía. Pues bien, hoy día, buena parte de aquellos intelectuales reconocen que se equivocaron». La iglesia de Sant Agustí, que estaba llena de autoridades de las autoridades locales, escucharon también cómo defendía la importancia de estas fiestas en la ciudad. «Independientemente de nuestro posicionamiento religioso, todos tenemos un vínculo con la Semana Santa. Es un patrimonio de la ciudad y, por lo tanto, de todos los tarraconenses», afirmaba Vendrell, que reconocía que, si la Semana Santa es posible, es gracias a la dedicación de las doce cofradías de la ciudad, nombrando a todas ellas.

Durante buena parte del discurso hizo un llamamiento al respeto y tolerancia entre religiones, diciendo que, en un país donde el 15% de la población está de religiones no católicas, se tiene que aprender a vivir en comunidad. «Pienso que la celebración de la Semana Santa tendría que ser una nueva oportunidad para promover el acercamiento entre las diferentes tradiciones religiosas. Reconociendo las diferencias, sólo faltaría, pero al mismo tiempo poniendo de manifiesto la voluntad de conocerse mejor y de generar lazos cada vez más fuertes», insistía.

También el alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros se sumó a la defensa de la tolerancia, explicando que es diferente de la indiferencia: «La tolerancia sólo puede venir de valores fuertes y profundos». Además, pidió en Europa que, en el contexto de la crisis de los refugiados de Siria «recuerde las raíces cristianas, que no las tenemos para tener muchas iglesias o catedrales, sino que vienen de los valores cristianos». El acto lo clausuró, como es tradición, el arzobispo de la ciudad, que recordó que «cuando Jesús moría en la cruz, nosotros ya teníamos la muralla», refiriéndose a las raíces católicas de Tarragona.

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