En busca de los perros-lobos de Pratdip

Una de las leyendas fantásticas más fascinantes de Cataluña es la que explican los habitantes de Pratdip. Se trata de la leyenda de los dips. Los dips, son unos perros lobo negros y endemoniados que escogieron las montañas de la sierra para habitarlas. De vez en cuando, y sólo de noche, se dejaban ver, mostrando su silueta oscura en el horizonte, haciendo brillar sus ojos desafiantes entre la oscuridad o atemorizando a los hombres de noche en el mismo pueblo; pero lo que más preocupaba a los habitantes de Pratdip era el infortunio que suponía encontrarse sus rebaños atacados todavía con las marcas de los colmillos con los cuales el dip les había chupado la sangre.

Este municipio del Baix Camp ha aprovechado esta leyenda popular para recrear una ruta muy interesante. Esta ruta, perfecta para hacer en familia, nos ofrece la posibilidad de buscar los dips en los lugares más representativos del pueblo, una manera de descubrir los encantos patrimoniales de Pratdip.

En la Oficina de Turismo nos darán un tríptico con esta ruta que también se puede descargar en PDF aquí .

Encontraremos dibujadas diferentes siluetas de este perro mitológico en forma de esculturas de hierro y de esta manera, se pueden descubrir diferentes lugares del municipio.

Completar la ruta con la visita al Santuario de Santa Marina

A cuatro kilómetros de Pratdip, cogiendo la carretera T-311 que conecta Pratdip con Vandellòs y Tivissa a través de la C-44 encontramos el santuario de Santa Marina.

El conjunto arquitectónico del Santuri de Santa Marina, incluido en el Inventario de Patrimonio Arquitectónico de la Generalitat de Catalunya, está formado actualmente por cinco edificios:

La ermita de Santa Marina es objeto de devoción tanto para los habitantes del pueblo como para el resto de lugares de la comarca. Tanto es así que desde principios del siglo XVII se organizan romerías y encuentros|grupos por santa Marina.

El año 1335 ya existía la partida de Santa Marina y por lo tanto, seguramente ya había algún ermitori en este territorio. Fue aproximadamente el año 1500 cuando la familia del Mas d'en Sabaté dio parte de los terrenos que actualmente conforman el patrimonio de la ermita e hizo la cesión del derecho del agua. Es entonces cuando se inició la construcción de la actual ermita y de la casa del ermitaño.