Cultura
Podríamos ser cualquiera de nosotros
La obra 'Puedes ser tú, puedo ser yo' se representó ayer en el Teatro Fortuny en dos funciones para concienciar sobre la salud mental

Míriam Mas, interpretando el papel de Gina, madre de Claudia, en la obra 'Puedes ser tú, puedo ser yo'.
La realidad no es algo bonito por sí mismo. Muchos padres y madres han notado que su hijo sufre en silencio, se han preguntado por qué ha dejado de ser aquel niño risueño que era de pequeño o por qué parece estar físicamente presente, pero mentalmente muy lejos. Al mismo tiempo, muchos hijos e hijas se han preguntado por qué se sienten diferentes, por qué sienten que no pertenecen a ningún lugar, por qué algunos se ríen de ellos mientras otros callan, o por qué aquella persona de máxima confianza les causó una herida tan profunda.
No hay una respuesta clara, solo un silencio que desde Enraona Teatre decidieron romper. Ayer, el Teatro Fortuny acogió dos sesiones de la obra Puedes ser tú, puedo ser yo, donde se escenificaron experiencias reales, conmovedoras y que dejaron sin palabras a todos los presentes. La obra recoge el testimonio de dos hijas y sus respectivas madres que atraviesan complejidades que, al principio, algunos califican como «cosas de adolescentes», pero que no lo son. Estas problemáticas, provocadas por lacras como el acoso escolar o sexual, crecen como grandes bolas de nieve que arrasan con todo a su paso, con fuerza suficiente para poner patas arriba la vida de una familia entera.
Las familias se ven abocadas a sentimientos de culpa por «no haberlo notado»; las víctimas, al estrés de no ser capaces ni de comprender qué les ocurre ni mucho menos de expresarlo, mientras luchan en medio de una sociedad que todavía no concede a la salud mental la relevancia esencial que tiene. Por eso, se hace necesaria la reivindicación no solo de destinar más recursos desde la administración pública para prevenir y atender los casos de salud mental, sino también de apelar a la empatía de la población. Si algo pretendía la función era abrir los ojos al ciudadano corriente que se pregunta cómo aportar su granito de arena y recordarle que él también puede ayudar a cualquier persona de su entorno. A veces, con una simple pregunta: «¿Estás bien?».
Hay que recordar que en casos de necesidad se puede recurrir al ACPS para recibir apoyo a través de la dirección electrónica info@acps.cat o al teléfono 623 300 455. Además, también existe la Línea de atención telefónica a la conducta suicida 024 disponible las 24 horas los 365 días del año.