Cultura
Daniel Recasens: «No todo el trabajo sobre la lengua catalana acaba en la escuela»
El concejal de Cultura y Política Lingüística apunta que la situación del catalán en Reus va en la línea del resto del país; la mayoría de la gente entiende la lengua, pero cada vez menos personas la hablan

Daniel Recasens
¿Cuál es el estado del catalán en Reus?
«Se han hecho pocos estudios de manera muy localizada en la ciudad. Ahora bien, el poco que sabemos nos indica que Reus está dentro de la media del país; el catalán es una lengua que todo el mundo entiende, pero que no todo el mundo habla. El índice de personas que saben y entienden el catalán son muy elevados, pero los que hacen referencia a las personas que lo utilizan de manera natural cada vez desciende más, especialmente con respecto a los jóvenes».
¿Cómo valora el trabajo hecho en política lingüística?
«Trabajamos tres ejes. Primero, la sensibilización para evitar que cada vez más personas hagan el cambio de lengua; segundo, la formación, y por eso hemos intensificado las herramientas a través del Centro de Normalización Lingüística, en el que cada vez tenemos más demanda; y tercero, la divulgación, dando al catalán una fuerza y un patrimonio que demuestre porque hace falta seguir hablando y aprendiendo nuestra lengua. Hemos generado y atraído acontecimientos como el Premio de Ideas, el ciclo Contradicción o el Premio Atrapallibres, hemos hecho formación para los trabajadores de la administración pública, hemos intensificado la vigilancia con respecto al cumplimiento de la normativa lingüística y nos hemos sumado a iniciativas cívicas como el Correllengua. No todo el trabajo con respecto a la lengua catalana acaba en la escuela».
¿Cuál es el perfil de personas que se interesan por los cursos de catalán?
«Es un perfil tan heterogéneo como las fórmulas de cursos que hay. Hay cursos de alfabetización en catalán, que son un primer contacto con la lengua, hasta cursos con un nivel que te permite trabajar en la administración. Al mismo tiempo, la población que más nos preocupa son las familias de los chiquillos recién llegados, porque los niños se escolarizan y tienen un acogimiento lingüístico que aquellos que los acompañan no tienen».
¿Con las Fiestas Mayores de este año acabadas, como voz el séquito festivo? ¿Podría haber incorporaciones?
«Estamos trabajando desde hace tiempo en el nuevo protocolo, teniendo en cuenta que el último tiene muchos años y no incorporaba algunas cuestiones. Este especificará mucho más la cláusula de cierre, ya que tenemos un séquito que ya incorpora todo lo que era incorporable. Incluso, estamos viendo cómo algunos momentos de la fiesta se tendrían que acortar un poco, así que no es momento de añadir nuevos elementos. Además, buena parte de los elementos nuevos se han incorporado a la fiesta, no al séquito y me parece positivo porque la relación entre la Fiesta Mayor y el séquito no tiene que ser matemática. Así se generan espacios donde la cultura popular toma protagonismo».
¿Pensáis en los 30 años del Trapecio? ¿Y en la renovación de la dirección artística?
Seguramente no hay tantos festivales que hayan llegado a los 30 años, pero creo que cada año tiene que ser una edición especial. Supongo que lo más especial es llegar a los 30 años después de que el Trapecio haya sufrido altibajos considerables, hubo un momento que sin el empuje ciudadana el festival no continuaría vivo y esperamos que se note que será una edición especial. En cuanto a la dirección artística, esperamos que siga ofreciendo la magia, ilusión y esencia del Trapecio. Ahora mismo estamos muy contentos con la dirección artística, y por eso esperamos poder mantenerlas todo lo que la fórmula normativa nos permita. Cuando llegue el relevo, lo que querremos es que sea de la manera más natural posible».
¿Se ha establecido como será la gobernanza del Artilugio?
«Como Ayuntamiento participamos de esta gobernanza con respecto al uso que se hace del Artilugio, ya que la titularidad sigue siendo del Ayuntamiento. Finalmente, hemos encontrado una propuesta de proyecto que revitaliza el espacio, que le da una vida útil y que nos permite trabajar en aquella zona. Es un proyecto que está totalmente en sintonía con el PALMO, forma parte de la reforma del sur de la ciudad».