Fiesta Mayor
La Bajada del Séquito en el Santuario vuelve a llenar de fiesta el paseo de Misericòrdia
El séquito salió media hora tarde porque las bestias de fuego no pueden actuar sin los Bombers

Fotografía de los Nanos del Séquito Festivo de Reus actuando durante la Bajada al Santuario de Misericordia del 2025.
Como es habitual para el día de Misericordia, de buena mañana ya se empezaba a reunir gente en torno a la plaza de la Pastoreta y el inicio del paseo. Muchos buscaban coger sitio y sentarse en alguna de las terrazas que no habían hecho fiesta el día de ayer, mientras otros se colocaban bien cerca de la parte central para poder tener una buena visión de las danzas y las bestias. Los elementos del séquito fueron cogiendo posiciones al paseo. Todos menos la Àliga que, aprovechando que era la última en el orden de salida como es tradicional, se fue a tomar un café en la avenida de la Salle.
A pesar de estar todo a punto para empezar, la desazón se empezó poco a poco a extender entre el público cuando al pasar las 11 horas, momento de inicio marcado, los trabucos del Ball de Pere Joan Barceló todavía se mantenían en silencio. Por lo visto, el último a llegar no había sido la Àliga esta vez, sino el Cuerpo de Bombers, ya que tal como marca la normativa los elementos de fuego como el Drac o la Víbria no pueden actuar sin la presencia de estos profesionales. Por este motivo, el inicio no se dio hasta media hora más tarde de lo que estaba previsto. Los trabucos empezaron a sonar, el Drac y la Víbria escupían fuego y los Gegants, las bestias y las danzas bailaban al sonido de la música.
El Lleó, siempre presumido y orgulloso bailaba delante del público mientras una niña tiraba pompas de jabón, haciendo deslumbrar su pelaje dorado. Mientras tanto, los Cavallets ya se animaban y bailaban antes de hacer su entrada en escena con la música del Ball de Galeres, que les precedía. Más tarde, los Xiquets de Reus entraron con las camisas avellana impolutas y levantaron ya para empezar un doble pilar de 4 con una absoluta facilidad, calentando motores para la diada vespertina. Pero un grupo de fieles se mantuvo pacientemente esperando al inicio viendo pasar todos los elementos festivos con la voluntad de estar presentes cuando la Reina del séquito hiciera su aparición. La Àliga, adornada con el ramo de rosas en el pico, extendió las alas para ofrecer sus mejores bailes. El día de la Virgen de Misericordia sólo acababa de empezar.