Hacienda
El Ayuntamiento de Reus disfruta de «solvencia financiera» y reduce la ratio de la deuda 13 puntos en 5 años
Las cuentas se encuentran «saneadas» y dejan margen para endeudarse si se considerara necesario

Imagen de la fachada del Ayuntamiento de Reus
«Las cuentas están plenamente saneadas». El concejal jefe del área de Hacienda, Manel Muñoz, subraya que la salud financiera del Ayuntamiento de Reus es buena y que «se están haciendo bien las cosas a la hora de gestionar los recursos que tenemos». El incremento del fondo de maniobra y de la liquidez son indicadores que lo demuestran al cierre del ejercicio del 2024, así como la reducción de la ratio de deuda viva, que baja hasta el 57,86%, lejos del tope legal del 110%. «Eso nos permitiría un endeudamiento, que no es algo que estemos contemplando si no es estrictamente necesario para abordar las necesidades, sin mayores cargas fiscales para la ciudadanía», detalla al edil. Al fin y al cabo, acompañado de la gestión de un plan de inversiones «histórico». «Podemos conseguir optimizar recursos, reducir la ratio de endeudamiento, pero transformar la ciudad, que es lo que estamos pretendiendo hacer», analiza Muñoz. «Son datos de solvencia financiera de cuyas cuentas estamos muy orgullosos», añade.
Los resultados son gracias a la gestión del gobierno y de los técnicos, pero también «a inversiones que se habían hecho históricas para poder gestionar todo eso mucho mejor y de las cuales ahora estamos viendo los resultados, como los sistemas informáticos de gestión tributaria impulsados por el anterior equipo de gobierno. «Al final hemos podido optimizar mucho más el resultado del Ayuntamiento para poder cumplir con el mandato que tenemos», asegura el concejal.
La ejecución del presupuesto ordinario se aproxima al 100% (96,96%), «que no es que sea habitual dentro de la administración». «Eso roza el excelencia y es gracias al esfuerzo no sólo de los técnicos, sino de toda la casa», comenta el edil, dado que cuando se elabora un presupuesto se intenta que esté «en el más ajustado a lo que es la realidad» posible y se es «exigente» con cumplir los compromisos. Por otra parte, el grado de ejecución de las inversiones reales previstas se queda en un 13,8%. Muñoz señala que ahora se empezará a ver a efectos práctico y «poco a poco lo iremos ejecutando, teniendo en cuenta que muchos de los proyectos tienen una continuidad a través de los ejercicios y que los procesos administrativos acostumbran a alargarse más de un año atendidas las diferentes fases que tienen que superar. «Es un plan de inversiones que es prácticamente de todo el mandato», puntualiza. «Cogemos nuestro compromiso que sea mucho más alto», remata.
En el apartado de los ingresos corrientes, se ha recibido más dinero relativo a las tasas e impuestos. Muñoz menciona que la variación no es proporcional a la subida de impuestos que se aplicó y, si bien tuvo efecto, también se tiene que considerar la incidencia de las bonificaciones que se implementaron y que han permitido mantener el número de contribuyentes.
Con relación a los gastos, el capítulo de sueldos y salarios ha vivido una subida del 10,5%, fruto del incremento de las retribuciones, así como de los procesos de estructuración y las promociones internas. La partida de los suministros ha tenido un impacto en el 2024 un 14,2% menor que en el 2023. Muñoz afirma que es consecuencia de la bajada del precio de la luz y a la inversión producida en energías verdes y sostenibles y el autoconsumo. «Aquí está donde empezamos a verlo», declara. Las dietas han aumentado, a raíz de la regulación del teletrabajo y la recuperación de la presencialidad.
Para afrontar los retos inmediatos, el edil valora positivamente el aumento de los deudores a corto plazo, ya que comporta que se resolverán en un lapso breve. En paralelo, la ratio de liquidez, la capacidad para hacer frente a las obligaciones más inminentes, se sitúa en 2,19, por encima de los mínimos recomendados y de los resultados del 2022 (1,60) y 2023 (1,77). «Si no lo cumpliéramos, querría decir que no tenemos líquido para hacer frente a las necesidades del Ayuntamiento», explica.
El pago de proveedores se ha quedado en 9 días, un dato peor de los 6 del 2023, pero que fue un resultado «que casi era fregar la perfección» y que era «muy difícil de mantener». Muñoz valora que por debajo de las 10 jornadas es «una situación extraordinaria» y «nos enseña que estamos bien». Por otra parte, el plazo de cobro ha disminuido de 35 a 27 días. La tasa de morosidad se sitúa en el 3,43%.