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Los agentes de la Urbana de Reus podrán dedicarse a tareas con menos carga física a partir de los 57 años

La medida busca mejorar la calidad de vida del personal y la eficiencia del servicio municipal

Fotografía de archivo de un agente de la Guardia Urbana de Reus consultando las cámaras de videovigilancia.

Fotografía de archivo de un agente de la Guardia Urbana de Reus consultando las cámaras de videovigilancia.Guardia Urbana Reus

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El Ayuntamiento ha aprobado inicialmente el Reglamento de la Segunda Actividad de la Policía Local de Reus. Permitirá que los agentes del cuerpo de la Guardia Urbana puedan solicitar dedicarse a tareas que requieran una menor carga física a partir de los 57 años o en los casos que se haya reconocido una incapacidad, sea parcial, total o absoluta. También podrá aplicarse de oficio ante problemas graves de salud.

El Reglamento de la Policía Local de Reus, de 1993, ya incorporaba un capítulo dedicado a la Segunda Actividad, pero se ha considerado necesario actualizarlo. La legislación catalana preveía la nueva situación profesional de los agentes de seguridad para la reducción de sus aptitudes psicofísicas, y también constaba en las negociaciones entre los sindicatos y el Ayuntamiento para mejorar el cuerpo en el 2023. Con todo, el texto en lo referente a la Segunda Actividad fue rehecho para detallar mejor los criterios y se aprobó en Mesa de Negociación el pasado junio.

El acuerdo ha sido bien valorado por los representantes de los trabajadores. Rubén Ventura, de CSIF, considera que «es una garantía laboral esencial ante el envejecimiento de la plantilla» y que ha sido «fruto de años de presión sindical y reivindicación legítima, ya que el acuerdo actual había quedado desfasado y era de 1993». Además, apela a mantener «la negociación colectiva para avanzar en la mejora de condiciones laborales del colectivo».

«Se ha conseguido una Segunda Actividad muy buena», celebra. A su vez, David Cenizo, de CCOO, apunta que la situación especial «garantiza tener un lugar más adecuado a sus condiciones físicas a un policía que llega a los 57 años en activo y que le quedan tres años para la jubilación». «Estamos contentos porque es una reivindicación; en la plantilla hay mucha gente joven que está entrando, pero también mucha que es mayor», indica.

La Segunda Actividad, por norma general, se aplica en las situaciones que, por enfermedad u otras circunstancias sobrevenidas, cierto funcionariado no puede prestar los servicios operativos propios del puesto de trabajo o tiene capacidad para hacerlo sometido a ciertas limitaciones.

En el caso de la Guardia Urbana, el desarrollo de las funciones habituales requiere determinadas habilidades psicofísicas y sensoriales que se van perdiendo con la edad, así como con lesiones o enfermedades, y que, en consecuencia, implican una dificultad y un riesgo añadido a los intrínsecos de la función policial.

En estos contextos, se busca compatibilizar los derechos del personal y los intereses generales del consistorio, a través de la asignación de efectivos en otros destinos de acuerdo con su categoría y calificación profesional. El reglamento explicita que el paso no tiene que representar una disminución de las retribuciones ni del grado.

El cambio, que permite llevar a cabo trabajos burocráticos o de escasa actividad física, permite mejorar las condiciones laborales, de vida y de salud de la plantilla sin abandonar el trabajo, además de incrementar la eficiencia de los servicios municipales. El personal funcionario que se encuentre en situación de Segunda Actividad no realizará, como norma general, servicio en turno de noche.

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