Memoria Histórica
El Cementerio General de Reus señaliza nuevos espacios donde descansan víctimas de la Guerra Civil española
Se busca cerrar el luto de las familias y ayudar a entender el impacto del conflicto

En la Capilla de los Héroes de Vilallonga y el Morell hay enterrados, también, soldados republicanos.
El Ayuntamiento de Reus, a través de la empresa supramunicipal FuneCamp, ha iniciado el proyecto de señalización de los espacios de guerra del Cementerio General; los lugares donde descansan víctimas de la Guerra Civil que asoló el territorio entre 1936 y 1939. «Les familias necesitaban poder ver reflejada la causa de la muerte de su familiar; pedían aquella necesidad que tenemos humanamente de poder cerrar», explica la consejera delegada de FuneCamp y concejala de Buen Gobierno y Transparencia, Montserrat Flores.
Asimismo, se le ha dado una segunda dimensión pedagógica para que «eso nos ayude a entender la guerra» y sean, al mismo tiempo, lugares de entierro y memoriales. La primera fase se ha centrado en dos espacios vinculados con la Batalla del Ebro, el trabajo de investigación|búsqueda se ha extendido durante un año y «continuaremos con algunos otros en un futuro», asegura el edil. «El objetivo es que quién venga al Cementerio pueda tener una idea global de las repercusiones mortales de la guerra en Reus», añade.
Uno de los puntos es la conocida popularmente como Fossa Militares, junto a las fosas históricas. «Un familiar se nos dirigió y nos dijo en esta fosa está mi abuelo, y murió durante la Guerra Civil’. Era un hecho desconocido, nunca se había hecho ninguna investigación en este sentido», recuerda Flores. Con los libros de registro y documentación sobre la evolución del Cementerio, se comprobó que la sepultura fue creada en 1910 a petición de la guarnición militar, que pedía la habilitación de un espacio previsto por si muriera alguno de los chicos que hacían el servicio militar.
Durante el conflicto bélico que azotó al Estado entre 1936 y en 1939, sin embargo, el lugar fue utilizado para inhumar a los soldados caídos al frente, muchos de ellos, a la Batalla del Ebro o durante la invasión franquista de Cataluña, un momento en que las tropas republicanas defendieron posiciones como el Montsant o la Sierra de la Llena para permitir la evacuación de los civiles. 104 personas descansan en esta fosa.
A pocos metros —y unas escaleras— de distancia de la Fosa Militares, la Capilla de los Héroes de Vilallonga y del Morell acoge los restos de los 133 milicianos liberales que murieron en marzo de 1838 durante la primera Guerra Carlista. Durante la Guerra Civil, también se enterraron personas movilizadas que perdieron la vida en el frente combatiendo por el bando republicano. «No es casual: los muertos de Vilallonga y el Morell eran un símbolo de la defensa de la libertad», detalla Flores.
En el Cementerio General de Reus, también se puede encontrar una fosa donde descansan los restos de diferentes personas que finaron en la ciudad durante la Guerra Civil y que no fueron reclamadas en el momento, además de una capilla especial para las víctimas de los bombardeos aéreos, que, entre 1937 y 1939, causaron más de 200 víctimas.
Ressignificant el obelisco
En paralelo, se ha re significado el obelisco que durante años presidió la plaza de los Mártires, la actual plaza de la Libertad. Para las autoridades insurgentes, era un homenaje a los franquistas caídos a la Guerra Civil. El proyecto, sin embargo, se había ideado años atrás en recuerdo de los héroes de Vilallonga y el Morell. Una placa en los pies del monolito recuerda, ya, su historia original.

El monolito que presidía la plaza Llibertat, recuperando el significado original.