El deporte, un espacio para generar empatía

El verano es una época deseada y esperada por los niños, que dejan de lado las responsabilidades y deberes del curso escolar para disfrutar de unos meses de recreo. No obstante, se vuelve un quebradero de cabeza para los padres que, teniendo que seguir atendiendo sus obligaciones, buscan mil alternativas para evitar dejar solos a los niños y que estos tengan alguna cosa productiva que hacer. Aquí entran en juego varias opciones y una de las más comunes son los casales o centros de recreo, para que así los jóvenes tengan un sitio donde relacionarse y disfrutar de varias actividades. A pesar de todo, algunos niños con necesidades específicas a veces no encuentran la comodidad dentro de estos espacios.

Es por este motivo que la Asociación Supera't, dedicada a la atención y acompañamiento de personas con trastorno del espectro autista y sus familias, hace siete años que impulsa un centro de verano adaptado en las instalaciones del Club Natación Reus Ploms y que actualmente se está llevando a cabo, hasta el 25 de julio.

A la coordinadora del casal y presidenta de la Asociación Supera't, Mònica Bellido, destaca que es un casal «muy necesario» porque «las personas dentro del espectro de la condición autista necesitan tener unos espacios de ocio durante el verano adaptados a sus necesidades». «Les ofrecemos un entorno seguro en el que ellos pueden disfrutar y, a la vez, sus familias también tienen un respiro durante los meses de verano que, como se corta la rutina, se pueden hacer muy largos y las personas de la condición autista precisamente lo que necesitan son unas pautas», añade.

Además, Bellido apunta que la adaptación dentro del casal se basa en conocer las necesidades de cada uno de los participantes y la empatía del entorno: «Hacemos actividades al lado de todo el resto de casales que hay en el Reus Ploms durante el verano. La única diferencia es que se ha hecho una formación con los monitores de nuestro casal y tenemos psicólogos que todos ellos saben como resolver las situaciones que se pueden encontrar durante la jornada». Por este motivo, considera que el casal no se basa en la adaptación de un espacio exclusivamente para una determinada persona, sino hacer consciente al resto de cuáles pueden ser las necesidades de estos participantes y ser flexible.

Gracias a este hecho, los jóvenes del casal pudieron jugar a baloncesto compartiendo pista con otro campus del club en un día que la lluvia dificultó las actividades al aire libre. Con el fin de facilitar la estancia a los compañeros del Casal Supera't, apagaron la música y les cedieron una parte del espacio para poder disfrutar todos de una jornada pasada por agua. «La inclusión es muy importante que se practique, porque la palabra es muy bonita, pero practicarla significa hacer lo imposible para poder convivir todos. Y es bonito cuando ves a los niños de otros casales conviviendo con la diversidad. Eso significa disponer de un espacio seguro, no hay que construir una pista de baloncesto especial», reivindica la coordinadora del casal adaptado. Eso tiene como resultado un efecto que va más allá de promover el deporte entre los jóvenes con trastorno del espectro autista. «Evidentemente, es importante desarrollar el ámbito deportivo, pero vamos más allá. El deporte es el eje conductor para generar una empatía y un respeto entre todos», valora la presidenta de la Asociación Supera't que, al mismo tiempo, recuerda que ha sido un trabajo de siete años picando piedra.