Música
El dúo Xicranda recupera buena parte del legado musical de Josep M. Roglan en un nuevo disco
Guillem Payaró – originario de la Bisbal de l'Empordà – y Martí Santacana – de Reus- presentan un repertorio de habaneras inéditas

Imagen del dúo Xicranda.
El dúo Xicranda – formado por Guillem Payaró y Martí Santacana – ha publicado este viernes Al mestre Roglan (Picap), su primera grabación discográfica que recupera buena parte del legado musical del compositor. Concretamente, se trata de habaneras inéditas que su familia encontró y depositó en manos de los dos artistas, y que ahora estos han adaptado para poder incorporarlas a su repertorio.
En una entrevista a ACN, Payaró anima a las nuevas generaciones a redescubrir un género que se encuentra «en peligro». Con respecto a la polémica de El meu avui y su autor, Payaró cree que se tiene que separar la obra de la persona. «El público no piensa en Monasterio cuando la canta», sostiene.
Payaró – originario de la Bisbal de l'Empordà – y Santacana – de Reus- se conocieron ya hace años compartiendo piso en la capital catalana. Los dos exestudiantes del conservatorio del Liceu, conectaron a través de las habaneras, hasta formar un grupo que lleva en activo más de una década. El título que le pusieron fue Xicranda, nombre de una planta de origen sudamericano que produce unas flores azules y violetas y que ha arraigado generosamente cerca del Mediterráneo. «Un poco como las habaneras», detalla Payaró.
Ahora el grupo da un paso más allá con la publicación del disco Al mestre Roglan, un monográfico de temas del compositor Josep M. Roglan. «En mi caso tuve la suerte de haberlo conocido», explica el músico, «pero ya hace unos años que murió y una de las canciones más populares que dejó fue La barca xica». Si bien hasta el momento era la única pieza suya que se tocaba, la sorpresa llegó cuando la hija de Roglan encontró varias partituras con material inédito.
«No sabemos exactamente si alguien las había cantado alguna vez o no, pero en todo caso no estaban grabadas», relata el miembro de Xicranda. Un material que finalmente fue a parar a sus manos y que ahora se ha convertido en un disco hecho con mucha «responsabilidad» pero también con «ilusión y emoción» parte de los jóvenes, que han reescrito los títulos para adaptarlos a un formato de dúo, a excepción de dos que integran además gente.
Las canciones están escritas por diferentes personas, por ejemplo el poeta Rafael Llop. Con respecto a las temáticas, son diversas, aunque se relacionan con los temas habituales propios del género: el mar, los pescadores, Calella y otros pueblos costeros, entre otros. La formación ya dispone de una veintena de conciertos para este verano en Palafrugell, Grions, Salou, Sant Esteve de Llémena, Calaf o Riudellots de la Selva.
Cuidar un legado muy importante
Si bien Payaró está convencido de que hay gente dispuesta a alargar la vida de las habaneras también reconoce que se trata de un género que está un peligro, en buena parte porque no se graba música nueva. «Eso que nos ha pasado no es nada normal porque no siempre aparece material nuevo», avisa. En este sentido, cree que se tendrían que escribir más piezas, aunque también reconoce que una vez hecho, hay un trabajo de popularización de estas.
Otro aspecto que lo preocupa es la renovación. «Tiene que haber público dispuesto a escuchar porque ahora mismo la media de edad es muy alta, como también pasa con las sardanas», ejemplariza. Por eso anima los más jóvenes a «arrastrar» a las nuevas generaciones y remar juntos para mantener vivo «este legado». «Ahora parece que hay una sensación de retorno hacia todo el folclórico y tradicional, y depende de nosotros que no desaparezca», añade.
La polémica de 'El meu avi'
A finales de junio Calella de Palafrugell anunció que no acabaría su tradicional concierto de habaneras con El meu avi por primera vez en 48 ediciones, después de la polémica por el documental Murs de silenci que vincula a su compositor, Josep Lluís Ortega Monasterio, con la explotación sexual de menores. Preguntado por este hecho, Payaró ha admitido que es un tema «delicado», pero que no se puede negar que es una canción que gusta a la gente.
«Es un desastre que pase una cosa así y sabe mal», apunta, «pero siento que se tiene que separar la obra de la persona porque si lo hiciéramos con todo no podríamos escuchar muchas de las cosas que escuchamos, desgraciadamente hay mucha gente que ha hecho cosas grandes en este mundo». También opina que el público no piensa en Monasterio cuando la canta, sino que el tema «ha traspasado al autor».
En su caso, a partir de este debate cada vez que vayan en un lugar preguntarán si se quiere hacer o no y, en caso afirmativo, no la presentarán ni se referirán a Monasterio. «No queremos fomentar que se hable del personaje, sólo nos interesa la canción», explica, «de momento todos los lugares que hemos ido nos han dicho que sí que la quieren seguir escuchando».