Sociedad
«Pedrol Rius no tenía amigos, tenía negocios»
El periodista y escritor Joan Antoni Domènech ha llevado a cabo una charla sobre la aventura empresarial de Antoni Pedrol Rius

Fotografía de la conferencia sobre Antoni Pedrol Rius a cargo del periodista Joan Antoni Domènech.
Antoni Pedrol Rius era una figura poliédrica, de aire negociador, conciliador, carismático y especialista a moverse cómodamente en ámbitos de poder. Así es como el escritor y periodista Joan Antoni Domènech empezó definiendo al abogado y jurista reusense Antoni Pedrol Rius (1910-1992) durante la conferencia celebrada ayer en el salón de actos de la Cámara de Comercio de Reus. Un personaje del que se llegó a decir que «no tenía amigos, tenía negocios». «De hecho, pienso que la abogacía debió ser una plataforma para conseguir sus hitos», añadió, además de apuntar que fue el artífice del artículo 38 de la Constitución Española que reconoce la libertad de empresa.
Nuestro protagonista se licenció en Derecho a la Universidad de Zaragoza el año 1930, se doctoró y con 22 años, bien joven, acabó al Colegio de Abogados de Madrid. Los años 30 trabajó en la capital española como director legal de una compañía de seguros y, después de la Guerra Civil, ejerció durante un tiempo de fiscal del cuerpo jurídico militar. Una carrera fulgurante que sólo era una advertencia de la genialidad que esgrimiría más adelante.
Posteriormente en la Segunda Guerra Mundial, la ciudad independiente de Tánger, que había estado ocupada desde el año 1940 por los españoles, Pedrol Rius se trasladó a Tánger por motivos desconocidos. «Era una ciudad internacional, con libre circulación de divisas, decenas de entidades financieras, impuestos reducidos y leyes liberales. Era el único lugar en el mundo dónde hacer el cambio de peseta a dólar», subrayó el periodista. Aquí aparece la figura de Josep Andreu Abelló, político de Esquerra Republicana en el exilio, a quien Pedrol reclutó y hace que se traslade a Tánger para fundar «el pastel grande» el año 1948, el Banco Inmobiliario de Marruecos el año 1948. Entre los negocios que desarrollaron está la compra de medicamentos para el Ministerio de Industria, hecho que podría confirmar las sospechas del tráfico de penicilina que Pedrol Rius llevaba a cabo. «También haría de contrapeso en el equilibrio entre la peseta y el dólar, si el cambio era desfavorable se inundaba el mercado de pesetas», comentó Joan Antoni Domènech entre las diversas aventuras de toda una figura en el mundo del derecho y el negocio.