Diari Més

Vivienda

Reus pone a disposición del Govern cuatro solares para construir en torno a 300 viviendas

En paralelo, La Moixonada busca unos terrenos para subir su proyecto de vivienda cooperativa

Una de las fincas que ha habilitado el Ayuntamiento es la antigua fábrica textil de Pich Aguilera, en la avenida del Presidente Companys.

Una de las fincas que ha habilitado el Ayuntamiento es la antigua fábrica textil de Pich Aguilera, en la avenida del Presidente Companys.Gerard Martí

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El Ayuntamiento de Reus ha puesto a disposición de la Generalitat de Catalunya cuatro solares en la ciudad donde, según los primeros cálculos, se podrían construir en torno a 300 viviendas, si bien serán los proyectos definitivos los que acabarán de concretar la cifra. La operación se enmarca en la reserva pública de suelos para pisos sociales. Los terrenos disponibles se ubican en las calles del Ball de Diables, de Vilafortuny y de Vallroquetes, así como la antigua fábrica textil de Pich Aguilera —en la avenida del President Companys; una finca que estuvo en venta en subasta pública por un valor de 4,9 millones de euros, pero el concurso quedó desierto—, tal como adelantó El Periódico y ha confirmado Diari Més.

En Reus, un grupo de personas está buscando el espacio donde desarrollar su proyecto de vivienda cooperativa, un modelo desmercantilizado y que busca garantizar precios asequibles y estables en el tiempo. Constituido como asociación —paso necesario para poder acceder a ayudas y subvenciones—, el grupo motor de La Moixonada aglutina, ya una veintena de personas. Han empezado contactos con el consistorio para evaluar la viabilidad del proyecto y «presentar el cual necesitamos para poder avanzar», detalla uno de los miembros de la entidad y futura cooperativa, Nicolas Corgnet. Aunque ninguno de los solares adscritos al plan del Gobvern se ajusta «a nuestros requisitos» porque eran «o muy pequeños o muy grandes», apuestan por mantener abiertas las vías de diálogo con la administración pública con el objetivo de conseguir una parcela antes de que cierre el año. Josep Maria Bofarull, de La Moixonada, añade que se plantean un mínimo de 20 unidades residenciales «para que desde un punto de vista económico salgan los números» y un tope de 30. En la actualidad, ya se han unido 14 unidades a la iniciativa. «A ver si a finales de año Vivienda entra en la necesidad que tenemos de conseguir una cesión de uso en suelo público», expresa.

Para seguir sumando adeptos, los componentes de La Moixonada están llevando a cabo acciones como mesas redondas y, en paralelo, exploran internamiento «el imaginario concreto». Bofarull explica que se tiene que definir cómo será la convivencia y la tipología del bloque «para que cuando se nos presente la oportunidad, sea pública o privada, podamos saber si encaja o no con el modelo que queremos». Por ejemplo, plantean habilitar espacios comunes, como podrían ser una cocina compartida, una sala polivalente o una biblioteca.

Corgnet detalla que la preferencia es encontrar suelo en la periferia, ya que «el centro no es la zona idónea porque las parcelas son más pequeñas», y, preferiblemente, en el sur de la ciudad, dado que el proyecto nació en el marco de la Comunalitat Reus Sud, sin embargo «no hemos descartado barrios». Asimismo, se prioriza la obra nueva porque «la fundación La Dinamo, que nos asesora, nos ha expresado que es el más recomendable porque es más económico que rehabilitar un edificio ya existente y, a escala arquitectónica, tiene más flexibilidad».

Bofarull remarca el concepto de la cooperativa de vivienda. «No es simplemente un grupo de personas que deciden construir un edificio para que les salga más económico, es otra cosa: es un compromiso de colectivización entre todos los miembros, de la vivienda y de los servicios, y una implicación con la comunidad donde está insertado el inmueble y el tejido social del barrio», asevera. Con este modelo, los socios cooperativistas tienen derecho de uso sin límite de tiempo de los pisos, a cambio de un canon mensual, «siempre por debajo del precio de mercado». «La idea es siempre que sea una vivienda asequible y al más sostenible posible», apunta.

La Moixonada no ha establecido plazos concretos para ir avanzando etapas, pero Corgnet señala que la esperanza es que, en un año, «podamos tener cerrado o, ni que sea, identificado un solar público o un terreno privado».

Aparte de Reus, otros municipios del entorno, como Tarragona o Valls, han registrado solares en la reserva de la Generalitat para la construcción de vivienda asequible. El objetivo del ejecutivo encabezado por Salvador Illa es llegar a los 50.000 nuevos pisos en el 2030. Según explicó el presidente del Govern, ya se tienen identificados 665 solares para construir más de 20.000 viviendas en 226 municipios de toda Cataluña.

Centenares de personas a la espera de un piso asequible

Hasta 703 personas estaban inscritas en el Registro de Solicitantes de Viviendas con Protección Oficial al cierre del 2024, esperando acceder a un piso en Reus; siendo el dato más elevado de la última década. Para ampliar el parque público, el Ayuntamiento está ejecutando proyectos como la promoción de 132 viviendas de alquiler social a Mas Iglesias o el complejo Riera.
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