Cultura
El drag: el arte de ser libres
Luzbel de Lilith es coronada reina en la tercera edición de la Gala Drag de Reus

Seis ‘drags’ participaron en la gran final que se celebró en La Palma delante de más de medio millar de personas. En|A la fotografía, Alice Little.
Música, maquillaje, vestidos de escándalo, tacones y brilli-brilli son los ingredientes básicos para crear un espectáculo drag. Es, sin embargo, mucho más que show. «Hay talento, hay magia, hay artisteo, y nos gusta mucho que eso pase en nuestra casa, pero, sobre todo, nos reivindica cada día, en cada acto; reivindicamos la diversidad», declaraba la alcaldesa, Sandra Guaita. No era un discurso político vacío. Cada una de las participantes de la tercera Gala Drag de Reus lo sentía profundamente en su corazón. «Me ha costado bastante, he tenido una vida difícil, y cuando estoy haciendo lo que me gusta, eso es libertad, ser yo», se sinceraba Roxy Divine. «Es una manera de expresarme, de hacer todo aquello que no puedo en el día a día», afirma Drag Kaleidox. ¿Estás mal? Te drageas y se va, te da las fuerzas que a veces necesitas», remataba Miss Honey. El copresidente de H2O, David Fornieles, lo resumía: «El drag es ser tú mismo cuando no puedes serlo».
Antes de salir a escena, los nervios reinaban entre bambalinas. «Estoy muy fumadora, más del habitual, pero es lo que toca: gastar un poco más en tabaco y pasárselo bien», reconocía Alice Little. Las Qüins habían interiorizado la procesión para canalizarla como una fuente de energía y de agilidad mental. «Tenemos la máxima que el día que no estemos nerviosas a la hora de salir al escenario, lo dejamos, porque querrá decir que no nos importa», se sinceraban. Miss Honey repetía por segundo año consecutivo sobre la tarima de la Palma y, para ella, era una gala especial: entre el público la esperaban «a mucha familia, muchos amigos, que me han ayudado en el proceso». «Ha habido mucho de amor y ahora es momento de saborearlo y vivirlo», expresaba. Por su parte, Luzbel de Lilith tenía ganas de cambiarse de ropa y demostrar su arte, su oscuridad querubinitat, sin embargo, sobre todo, de vivir el show, ver los números de las compañeras y estar muy juntas en el escenario. Entre la organización, la adrenalina no restaba quieta ni un segundo. «Acontecimientos así son muycostosos, implican mucho trabajo, pero el beneficio y la recompensa emocional son fabulosos», explicaba Clàudia Vinyals, coordinadora del equipo técnico de H2O.
Con todo, tenían todavía unos instantes para mantener a raya las emociones. Las reinas ya coronadas, Frida la Ter y Maya Fox, serían las primeras a deleitar el más de medio millar de espectadores con una cabaretesca y sensual actuación. La Ter las calmaba: «Yo también estaba con unos nervios que no me lo podía creer», revelaba. Y, así y todo, acabó siendo coronada. Alice Little, Drag Kaleidox, Roxy Divine, Luzbel de Lilith, Las Qüins (o las Tres Bessones, para la ocasión) y Miss Honey se sucedieron para brindarse los vítores de un público entregado. El jurado profesional, conformado por Valerie Norton, Judith Sabater y Lorena Irigaray. La segunda ronda, más frenética, giraba en torno a la lucha contra el LGTBI-fobia. Las medallas de bronce y plata serían para Les Qüins y Miss Honey. Luzbel de Lilith, reina de Reus.