Solidaridad
Crónica: Motoristas de veintiuno botones por la salud masculina
Más de un centenar de personas participan desde Reus en la salida solidaria Distinguished Gentleman's Ride

Los motoristas, vestidos con sus mejores galas, se reunieron en la plaza del Universo para emprender la ruta.
El ruido al unísono de las motocicletas hizo que las cabezas giraran hacia una análoga dirección. Más de un centenar de ellas se reunían en la plaza del Universo y pusieron en marcha el motor, puntuales a las 10.30 horas, para empezar su recorrido.
Sobre ellas, los motoristas: hombres, mayoritariamente, que habían cambiado, sin embargo, su indumentaria habitual. Unos con chaleco, otros con americana, difícil fue escoger entre el corbatín y la corbata. Se habían engalanado para una ocasión especial. Eran hidalgos distinguidos. No estaban exentos los bigotes retorcidos que apuntaban el cielo.
Reus fue uno de los puntos de salida de la Distinguished Gentleman's Ride, un acontecimiento de carácter mundial que busca dar visibilidad a dos de los problemas más complejos de la salud masculina y recaudar fondos, destinados a la Fundación Movember, para la causa: el cáncer de próstata y la salud mental.
135 pilotos se habían inscrito para lanzarse a la carretera en la capital del Baix Camp, donde se habían registrado casi 2.500 euros en donaciones. La expectativa había atraído, incluso, un grupo de extranjeros de habla inglesa, que no dudaron a ponerse casco y guantes y a apretar el gas a fondo para unirse a la iniciativa solidaria.
Harley Davidson y Triumph eran las dos marcas más representadas. El estruendo de sus tubos de escape hacían las delicias de la decena de amantes del motor y curiosos que se habían acercado para presenciar la espectacularidad del motor, con las puertas de La Feria Centro Comercial como escondite para los más pequeños, sorprendidos por el impacto sonoro. Un dron disfrutaba de unas privilegiadas vistas desde el aire. Tampoco faltaron a la cita las Kawasaki, BMW, Suzuki, Yamaha y Honda.
No pasó desapercibida una llamativa Ducati que representaba los colores de la bandera italiana, una imagen que bien habría podido representar a Lucio Corsi en el desfile de banderas previo al Festival de Eurovisión.
Y si Corsi cantaba que quería ser «duro», pero que en realidad no es «nadie», los motoristas, en esta ocasión, se deshacían de cualquier máscara y prejuicio: sólo querían sensibilizar sobre problemas que a veces pasan desapercibidos, pero que merecen detenerse un momento y hablar.
Porque si bien anónimos —aunque alguna cara conocida hubo entre los participantes—, no eran «nadie», sino 135 personas solidarias que, una en una, y todas ellas, marcaban la diferencia. «Ahora vamos a dar un paseo, no frenáis al último momento y vigilad en las curvas, vamos a disfrutar del día», se alertaba justo antes de empezar.
El trayecto les llevó dirección a Tarragona y tenía Salou como meta, donde los esperaba un photocall y un goloso sorteo. Era una ruta «tranquila, para pasárselo bien, para disfrutarla, para lucir el avispados que venimos todos». Y uno tras el otro, en las 10.36 habían abandonado todos la gran superficie para dar visibilidad a sus reivindicaciones a primera línea de mar.
La Distinguished Gentleman's Ride se celebró ayer por todo el globo terráqueo, desde Aruba hasta Nepal. En España, 28 ciudades formaron parte de la iniciativa, incluidas Barcelona, Gerona y Lleida.
Desde su nacimiento en el 2012, el proyecto ha recaudado más de 50 millones de dólares para promover la salud masculina y sus salidas han contado con 500.000 motoristas de 121 países.