Semana Santa
El Ecce Homo vuelve a hombros del Prendiment de Reus
Centenares de personas estuvieron presentes cuando el emisario romano anunciaba la sentencia de muerte a Jesús de Nazaret

Fotografía de la Solemne Procesión del Prendiment en la plaza Mercadal.
El sonido de las cornetas y los tambores llegando a la plaza Sant Pere pusieron a todo el mundo en alerta. La Solemne Procesión del Prendiment estaba a punto de empezar y un centenar de personas esperaban pacientemente delante las puertas de la Prioral de Sant Pere.
En la plaza hicieron acto de presencia la Banda de Cornetes i Tambors Sones de Passió, que llegaban desde la calle de la Abadia. Poco después de las 20.20 horas, el emisario romano, acompañado de su escolta de soldados, salió de las puertas de la Prioral y leyó la sentencia a Jesús de Nazaret. El emperador lo condenaba a muerte: «Conscientes todos cómo alborotado y conmovido toda la ciudad y los pueblos, enseñando nuevas doctrinas contra la ley de Moisés, haciéndose autor de nueva ley y pretendiendo alzarse como rey y haber tenido el atrevimiento de entrar triunfante con ramos y palmas dentro de la ciudad de Jerusalén; así como ha despreciado la jurisdicción y la autoridad del magno emperador Tiberi Cèsar. Nosotros juzgamos que tiene que ser condenado y sentenciado a muerte a la cruz».
Con la lectura de la sentencia, la procesión y los pasos iniciaron su camino, liderados por los Armats de la Reial Congregació de la Puríssima Sang y seguidos por las cofradías de Sant Pere Apòstol, Sants Just i Pastor y Jesús de l'Amargura. La comitiva descendió por el Cementiri Vell, recorrió el arrabal de Robuster en dirección al Pallol, subió hacia plaza Catalunya y, después de recorrer todo arrabal Santa Anna, volvió a la plaza de Sant Pere después de bajar por la calle Monterols y Mercadal. La población se reunió en torno a las calles, guardando un respetuoso silencio mientras los pasos avanzaban al sonido solemne de cornetas y tambores.
No obstante, lo que llamaba más la atención era el paso del Ecce Homo que, después de una primera experiencia el año 2023, volvía a salir a hombros. La levantada de honor del paso fue a cargo de la Banda de Cornetes i Tambors Sones de Passió, para homenajear su décimo aniversario. Para evitar que se repitieran las dificultades de hace dos años, se redujo el peso del misterio que fue cargado por 18 costaleros. Con caras de concentración y mucho esfuerzo, llevaron a cabo la gesta ante la mirada de centenares de personas que acompañaban silenciosamente el paso durante la procesión.
Por otra parte, las expectativas también se concentraban en la plaza Mercadal. Momentos antes de iniciar la procesión, empezaban a acumularse personas delante de la Casa Navàs que, al llegar las 21 horas, ya sumaban 200 personas. Todos ellos esperaban para escuchar el tradicional canto de saetas que se llevaría a cabo desde el balcón de la casa modernista. Los armados fueron los primeros en llegar a las nueve y cuarto y, detrás de estos, la Confraria de Sant Pere Apòstol. Esta se detuvo bajo el balcón de la Casa Navàs y, entonces, se oyó el canto de saetas, haciendo que el Mercadal escuchara los versos que hace más de un siglo escribió Machado. «¡Oh la saeta, el cantar al Cristo de los gitanos, siempre con la sangre en las manos, siempre por desenclavar!», empezó el canto. Al finalizar, la plaza irrumpió en aplausos ante la actuación y, acto seguido, la procesión continuó su paso.

Fotografía del canto de saetas en el Prendiment.