Diari Més

Semana Santa

125 años del Viacrucis de las 7 de la mañana

La Archicofradía del Sant Crist de la Creu conmemora el 125.º aniversario del Viacrucis que lleva a cabo Viernes Santo

A pesar de su hora de inicio, el Viacrucis de la mañana del Viernes Santo ha reunido centenares de feligreses durante muchos años.

A pesar de su hora de inicio, el Viacrucis de la mañana del Viernes Santo ha reunido centenares de feligreses durante muchos años.Cedida

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El Viacrucis de la mañana del Viernes Santo celebra su 125.º aniversario. Una primigenia Archicofradía del Sant Crist de la Creu siguió en 1900 la estela de un grupo de franciscanos que, dos años antes, habían completado un Viacrucis en el interior del patio del Antiguo Hospital. Con el paso del tiempo, y habiendo vivido mejores y peores épocas, la tradición ha permanecido y perdura en nuestros días.

El 18 de abril, a las 7 de la mañana, el Sant Crist de la Creu saldrá de la parroquia de Sant Joan Baptista acompañado por decenas de feligreses. «Ya hace varios años que nos siguen más de 100 personas», explica el Jefe de Costaleros, Andreu Calvet. A raíz de las obras de la calle Ample, el trayecto se modificará ligeramente y bajará por la calle de Castellvell.

La actual junta de la entidad tiene entre ceja y ceja «mantener» el Viacrucis, expresa su presidenta, Josepa Suñé. La vicepresidenta, Anna Maria Martí, recuerda ir a verlo cuándo era pequeña con su madre. Entonces, el recorrido, que aglutinaba «un gentío», acababa en la plaza de la Llibertat. Los tiempos han cambiado, «pero no nos podemos quejar». «Este Viacrucis lo ama la gente de Reus», afirma Martí.

Con motivo de la efeméride, la entidad ha organizado una serie de actos conmemorativos, como la cata de la Pasión que se vio en marzo, un Viacrucis extraordinario por el barrio Sol-i-Vista o una exposición, que se puede visitar en la iglesia y que está conformada por fotografías históricas y documentos como los Goigs en Lloança del Sant Crist de la Creu, con texto de Joan Roig, melodía de Valentí Miserachs e ilustraciones de Sió Virgili.

Llevar el Sant Crist de la Creu es un reto: pesa 80 kilogramos y se sube 3,5 metros. «Sentírlo tan cerca es una emoción que a nosotros nos gustaría, pero nos es imposible de llevar», reconocen Martí y Suñé. Incluso, en un encuentro de Costaleros, sólo la mitad de los asistentes se atrevieron a cogerlo. «Es uno de los que pesa más de Cataluña», detalla Calvet.

Él, precisamente, es una de las personas que sí que lo ha cargado. «Cuando lo llevas, es una sensación que te entra hacia el corazón», comparte. Hace más dos décadas que participa en el Viacrucis y «cada año, el primer momento que coges el Sant Crist, estás nervioso», se sincera. «Es muy emotivo», añade. Suñé lo certifica. Su marido había sido costalero durante muchos años y todavía le dice «si pudiera llevarlo...».

Calvet apunta que uno de los momentos más álgidos es cuando el Viacrucis acaba y, en la puerta de la parroquia de Sant Joan, se gira, quedando de cara a los feligreses. «Es impresionante», reflexiona. No obstante, uno de los desafíos que afronta la tradición de cara al futuro es el relevo generacional.

En la actualidad, hay registrados unos seis costaleros, pero, en el pasado, llegaron a ser una docena. «Hay gente que se ha hecho mayor, que tiene dolor de espalda... Cada vez hay menos», explica el Jefe de Costaleros. Martí añade que «cuesta que los jóvenes sigan».

Si bien se han hecho llamamientos, la tarea no ha sido sencilla. «Cada año nos parece que no, pero salimos adelante, cierra Martí. El horizonte no es oscuro, y es que hace un par de años se incorporó a los costaleros un chico «joven» que «lo lleva muy bien y tiene la voluntad, no falla nunca», explica Calvet. Si todo va bien, todavía quedan muchos años de Viacrucis del Viernes Santo por la mañana.

tracking