Reconocimiento
El Ilustre Colegio de la Abogacía de Reus presenta candidatura para recibir la Creu de Sant Jordi
La institución solicita la distinción por sus 180 años de trayectoria siendo «pioneros»

El decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Reus, Sergi Guillén, en la sede de la institución.
El Ilustre Colegio de la Abogacía de Reus ha enviado propuesta de candidatura para que se le conceda la Creu de Sant Jordi, uno de los máximos reconocimientos que otorga la Generalitat de Catalunya y que reconoce personalidades y entidades por sus servicios prestados. Con 180 años de trayectoria, la entidad ha sido «pionera en muchísimas cosas», expresa su decano, Sergi Guillén.
La defensa de las víctimas de violencia de género, el uso de la lengua catalana en los ámbitos jurídico y judicial o la innovación tecnológica son ejemplos de los méritos que justifican la solicitud. «Creo que la institución merece la distinción», expresa. Guillén menciona que la idea surgió hacia mayo del 2024 de «forma anecdótica», al asistir a un acto en la sede de otra entidad con una antigüedad similar y que había recibido el galardón.
«La junta no hemos sido nunca personas que nos guste la notoriedad, pero sí que queremos intentar volver a prestigiar la profesión y el colegio; nunca nos habíamos interesado por eso y, entonces, consideramos oportuno pedir uno de los reconocimientos más importantes que hay en Cataluña, como es la Creu de Sant Jordi», se sincera. «La concesión o no, no depende de nosotros, pero creo que solicitarla teníamos que hacerlo», añade. El colegio se ha encontrado con la «grata sorpresa» que otras instituciones y personalidades «le han dado más relevancia que nosotros mismos».
El primer valor que defiende la institución es que «fuimos pioneros en la asistencia a la víctima de violencia de género». El Colegio de la Abogacía de Reus creó un servicio de asistencia a la víctima desde el primer momento, es decir, desde que se formaliza la denuncia; años antes que la ley extendiera la medida «al resto del Estado». «Nosotros hemos estado años solos dando un servicio imprescindible a la víctima y hemos sido referencia, porque el protocolo que tenemos en Reus es el que se ha extendido a los otros colegios de abogados», detalla Guillén.
La introducción de las nuevas tecnologías es otro de los fundamentos de la instancia. El de Reus fue uno de los primeros colegios profesionales que ofreció asistencias telemáticas durante la época de la covid-19, una iniciativa que «también se extendió a otros colegios, que nos llamaban para saber cómo lo habíamos hecho». Incluso, «hemos sido referencia en el catalán», y es que la lengua propia se utilizaba en las actas de la década de 1920, «cuando no lo hacía nadie».
También se pone de relieve la gestión del Turno de Oficio, que «siempre lo hemos hecho de cara a una asistencia inmediata e integral, sea el demandado o el demandante», y el compromiso con la formación, que se ejemplariza, por ejemplo, con la organización del primer congreso sobre directivas europeas que se celebró en Cataluña.
No obstante, el decano considera que la abogacía, en general, «ha sido un referente histórico que, con el tiempo, se ha ido perdiendo, y lo tenemos que volver a recuperar». «Un abogado es una persona que te liberará de muchos quebraderos de cabeza de futuro», apunta. Guillén siente que hay una «falta de respeto», sobre todo, «hacia el Turno de Oficio», cuando , en el caso de Reus, más de un 90% de los ejercientes se reservan unas horas para ofrecer este servicio.
«Los abogados de oficio ganan demandas civiles, contra entidades bancarias, consiguen absoluciones en temas penales, defienden a su cliente para que la pena sea la mínima posible...», señala. «Creo que los abogados nos merecemos volver a tener aquel prestigio: no queremos un respeto reverencial, pero muchas veces nos sentimos muy solos y recibimos faltas de respeto que ni nos merecemos ni buscamos», comenta. «No queremos estar divinizados, sino un respeto normal y corriente», cierra.
Con el trámite de la Creu de Sant Jordi, el decano espera que sirva para recordar a la población los servicios que tiene a su alcance. «Ya somos, no hemos desaparecido nunca, no necesitamos que vengan a darnos las gracias, sino que se trata de posicionar otra vez sobre el tablero lo que es necesario para que la gente sepa los mecanismos que tiene», reflexiona. El Ilustre Colegio de la Abogacía de Reus tiene, en la actualidad, 481 colegiados, de los cuales 345 son ejercientes. «Siendo un colegio tan pequeño, ha sido un referente desde hace muchos años», concluye Guillén.