Memoria
La Escuela Rubió i Ors de Reus celebra los 100 años recordando el primer edificio
El primer centro fue diseñado por el arquitecto Pere Caselles

Anton Pàmies Martorell, arquitecto del actual edificio de la Escuela Rubió i Ors.
El Archivo Municipal de Reus celebró ayer por la noche una conferencia para descubrir las interioridades de la evolución de la Escuela Rubió i Ors a través de los documentos conservados. Esta actividad se enmarcaba dentro de la celebración que el centro está llevando a cabo en conmemoración de su centenario. El acto fue a cargo de, probablemente, la persona más indicada; Anton Pàmies Martorell, arquitecto encargado de hacer la segunda y actual Escuela Rubió i Ors en la década de los 90, ubicada en la plaza del Abad Oliva.
«Ante la demanda escolar que había en aquella época de los años 20, el arquitecto Pere Caselles recibió el encargo de proyectar una nueva escuela municipal de nueva planta que reuniera al alumnado de otras escuelas», explicó Pàmies sobre los orígenes. Esta estaba situada, y todavía se mantiene, en la esquina entre el camino del Aigua Nova y la calle de la República, actualmente conocido como calle Rafael Casanova.
Durante la conferencia, Pàmies expuso varios croquis y planos que mostraban la distribución inicial del edificio, marcada por rasgos de la época como, por ejemplo, la división por sexo de los alumnos. La primera escuela tenía dos accesos por los laterales, un lado para niños y el otro para niñas, dividido en dos partes simétricas. Al entrar a cualquiera de los dos vestíbulos, en los lados se encontraban los despachos y los lavabos y, frontalmente, dos aulas. «Las aulas eran de 243 metros cúbicos, más que suficientes para los 35 alumnos por aula que tenía previsto el Caselles», apuntó el arquitecto. El nuevo centro quedó terminado el año 1924, tal como lo demuestran varios documentos como el certificado firmado por el inspector municipal de Sanidad, que afirmaba que «satisface todos los requisitos docentes».
Joaquim Rubió i Ors
La escuela recibió su nombre en homenaje a Joaquim Rubió i Ors, nacido en Barcelona el año 1818, estudió Filosofía, Física y Química y fue rector de la Universidad de Barcelona. Pero fue más conocido por su faceta como escritor, por su manifiesto catalanismo y por la publicación Lo Gaiter del Llobregat. «Era de talante conservador, pero estaba a favor de la lengua catalana. Por eso sorprende que el nombre de la escuela se haya mantenido hasta hoy día, pasando por la época franquista», valoró Anton Pàmies.
La nueva escuela
Aunque la escuela sufrió varias modificaciones, finalmente quedó pequeña y en mal estado. «La presión de los padres, alumnos, profesorado y el Ayuntamiento hizo que finalmente el Departament d'Ensenyament de la Generalitat encargara una nueva escuela que reuniera las condiciones requeridas por los nuevos centros y, a poder ser, dentro del mismo barrio, relató el arquitecto que, finalmente, sería el encargado de esta actuación. «El año 90, el arquitecto jefe del departamento de Ensenyament de la Generalitat me confió el encargo del proyecto», recordó. Según informaba una publicación del rotativo Nou Diari del 7 de septiembre de 1991, las obras de la nueva sede de la escuela Rubió i Ors ya han empezado. El nuevo centro tenía 3.500 metros cuadrados y contaba con un presupuesto de 395 millones de pesetas, financiados por la Generalitat.
No obstante, las obras se retrasaron, ya que en octubre de 1992 la empresa adjudicataria comunicó problemas laborales y económicos para justificar el avance lento de las obras desde el verano. Este hecho provocó tensión entre la comunidad educativa y el delegado territorial de Enseñanza, Àngel Martí, de quien llegaron a pedir la dimisión. El conseller de Ensenyament, Josep Laporte, salió en defensa del delegado territorial y garantizó que las obras finalizarían. Finalmente, eso permitió que se abriera el edificio que, durante tres décadas, ha seguido ofreciendo el servicio educativo en el barrio que se inició hace cien años en la esquina del camino del Aigua Nova con la calle de la República.