Política
La CUP de Reus exige la modificación del ROM y denuncia una sobrerrepresentación de la extrema derecha en el consistorio
Considera que se ha aplicado el reglamento de forma totalmente laxa y critica que se ha roto el cordón sanitario al antifascismo

La CUP de Reus ha cargado este jueves contra el PSC por la aplicación del ROM.
La CUP de Reus ha cargado hoy contra el PSC por la aplicación del ROM que provoca que «la extrema derecha esté sobre-representada en los órganos municipales». Después de que Julio Pardo y José Ruiz hayan pasado a ser concejales no adscritos al abandonar el Grupo Municipal de Vox, los cupaires denuncian que la voz de la extrema derecha ha quedado sobre-representada en el consistorio.
El partido denuncia que ahora Vox tendrá tres representantes y tres votos en las comisiones informativas, y no uno como cuando formaban parte del mismo grupo político, además de poder intervenir en cada moción en el pleno y tener la capacidad de triplicar, entre los tres, las mociones y preguntas en plenario: pasando de dos mociones y cuatro preguntas como Vox, a mantener estas y sumar una moción y dos preguntas por cada concejal no adscrito, «aumentado exageradamente el altavoz a quien defiende una ideología fascista», explican.
En este sentido, la concejala de la CUP, Mònica Pàmies, ha denunciado que con esta aplicación del ROM «es una vulneración del derecho político y de la representación de los otros grupos municipales» y considera que en el Ayuntamiento de Reus «se está rompiendo el cordón sanitario nacional contra el fascismo».
Por eso, ha pedido a la alcaldesa, Sandra Guaita, que modifique el ROM y tome partido: «Es cuestión de voluntad política. El PSC y gobierno tiene que tener claro si quiere dar más representación a la extrema derecha o trabajar para frenarlos, con una modificación del ROM que garantice que en el Ayuntamiento de Reus haya una representación equitativa en los votos de la ciudadanía».
Desde la CUP entienden que los trámites administrativos no pueden ser instantáneos, pero destacan que todavía quedan dos años de mandato por delante y que hay que resolver la situación con urgencia. «No puede ser que te salga más a cuenta ser concejal no adscrito que tener grupo propio», concluye Pàmies.