El comedor social Roser de Reus sirvió 47.085 comidas a 566 personas durante el año 2024

El comedor social del Centro Social El Roser repartió un total de 47.085 comidas durante el 2024. Eso supone una media diaria de 129 comidas de las cuales se beneficiaron un total de 566 personas. Este dato supone un descenso con respecto al ejercicio 2023, en el que se sirvieron 57.248 comidas.

La concejala de Servicios a las Personas y Derechos Sociales del Ayuntamiento de Reus, Anabel Martínez, valora positivamente el funcionamiento del servicio de alimentación: «Se trata de un servicio importante para ayudar a las personas y a las familias que atraviesan a una situación de vulnerabilidad a mantener una alimentación saludable».

El servicio está dividido en tres modalidades; presencial, para llevar y a domicilio. En el caso de la presencial, el comedor ofrece un menú al cual se prescribieron 300 personas y sirvió 17.707 comidas. En la modalidad para llevar, los usuarios se acercan al centro para recibir fiambreras con la comida preparada.

A este se prescribieron 234 personas y sirvió 12.223 comidas. Finalmente, el servicio a domicilio, con el objetivo de garantizar la alimentación de personas con dificultades de desplazamiento, sirvió 14.965 comidas a 63 usuarios.

A estos datos hay que añadir las comidas no prescritas, es decir, a personas que están a la espera de ser atendidas por Servicios Sociales, que suman 1.460 comidas servidas presencialmente y 730 para llevar.

A la vez, el comedor social El Roser también dispone de un punto de entrega de alimentos de la Despensa Social. En este, se otorgan puntos a las familias con los cuales adquieren los alimentos recibidos de donativos.

Durante el año 2024, 1.700 familias fueron derivadas en alguno de los puntos de distribución de alimentos, 617 de las cuales al Roser. De estas, un 36% fueron atendidas por la Despensa Social.

La concejala de Servicios a las Personas anima en las empresas a hacer donaciones, especialmente «de carne y pescado, porque necesitamos aumentar la cantidad de estos alimentos frescos necesarios para una buena alimentación».

Función social

Por otro lado, el Roser no sólo garantiza la alimentación de personas en situación de vulnerabilidad, sino que también genera un espacio de socialización para personas que a menudo son estigmatizadas.

«A través del servicio se fomenta también la integración y el empoderamiento de personas en procesos de inserción y se dignifica la entrega de alimentos, ya que se evita la estigmatización de las personas receptoras de apoyo alimentario con el impulso de espacios de convivencia», afirma Martínez.

En este sentido, la cafetería, que hace la función de comedor al mediodía, está abierta al público en general y permite que, en un mismo sitio, pueda coincidir todo el mundo.

María, una usuaria del centro, valora positivamente la atención recibida: Hay días que la comida te gusta más o menos, eso es como todo. Pero te atienden muy bien y te escuchan cuándo pides alguna cosa. Son maravillosos».

Al mismo tiempo, otro usuario, Paco, asegura que «me han cambiado la vida». «Desde que entré me han tratado muy bien, hacen un trabajo muy bonito y se lo agradezco. Además, puedes conocer a mucha gente», añade.