Presidenta de la Sociedad Catalana de Geriatría y Gerontología y vocal de CAIROS
Salud
Esther Roquer: «Gracias a la medicina hoy día morimos más tarde, ahora tenemos que añadir vida a los años»
La vocal del Comité de Evaluación, Innovación, Reforma Operativa y Sostenibilidad (CAIROS) apunta que hace falta aplicar un sistema de atención integral y desburocratizar el trabajo de los profesionales sanitarios

Esther Roquer, presidenta de la Sociedad Catalana de Geriatría y Gerontología y vocal de CAIROS.
La Generalitat ha impulsado el CAIROS, un comité que quiere reformar el sistema de salud catalán y del cual formas parte, ¿por qué?
«La pandemia demostró que había carencias y que había que llevar a cabo algunas reformas estructurales del sistema. Estamos muy orgullosos de nuestro sistema de sanidad pública, pero la ciudadanía nos reclama hacer mejoras y hay un compromiso institucional».
Durante la pandemia se dijo que suerte de la sanidad pública que tenemos, pero tenemos que ser autocríticos. ¿En qué puntos hay que mejorar?
«Como bien dices, suerte del sistema de salud pública. Las cosas graves las resolvemos muy bien, como son enfermedades oncológicas o grandes cirugías. Uno de nuestros problemas es la accesibilidad, tanto respecto a la atención primaria como a la medicina especializada. Son cosas pequeñas, pero que son muy importantes para las personas. También la desburocratización, porque somos un sistema con mucha burocracia. Queremos que los profesionales se dediquen exclusivamente a lo que se tienen que dedicar».
¿Cómo fue que fuiste seleccionada para ser vocal del CAIROS?
«Yo ahora soy la presidenta de la Sociedad Catalana de Geriatría y Gerontología y supongo que a raíz de eso recibí la llamada de Manel del Castillo, ya que uno de los retos de futuro que tiene el sistema es el reto demográfico. Cada vez morimos más tarde y comporta una mayor presencia de enfermedades crónicas. El 5% de la población es la que consume más recursos, que es el grupo de personas más mayores, con enfermedades crónicas y con necesidades paliativas».
¿Qué se ha trabajado dentro del CAIROS?
«Somos 11 profesionales, cada uno con un ámbito de pericia. Primero nos encontramos, hicimos reuniones y hemos leído mucho. En los últimos años se han hecho muchos informes con diagnósticos y propuestas. Nosotros hemos estudiado estos informes y hemos escuchado mucho a sociedades científicas, sindicatos, corporaciones de pacientes y profesionales. Con todo eso, han salido diez medidas y desglosadas son un total de 25. En esta primera fase sobre todo hemos querido reforzar la atención primaria, porque son los fundamentos de la casa. Por ejemplo, estamos trabajando con temas de atención integrada, es decir, la relación entre atención primaria, intermedia y hospitalaria. Es fundamental que los pacientes transiten por el sistema con agilidad».
¿Pero cuando hablamos de reforzar, hablamos de meter también recursos?
«No, CAIROS no gestiona dinero, hablamos de reformas. Por ejemplo, hoy en día tenemos muchas herramientas tecnológicas que podrían ayudar a reducir esta burocracia para que los profesionales dediquen más tiempo a las personas. Por ejemplo, estamos trabajando para implementar un transductor de voz digital, así cuando el profesional está en la consulta, en vez de estar escribiendo, puede dedicarse exclusivamente a hablar con el paciente. Eso no es ciencia-ficción, hay hospitales que ya lo tienen, pero la idea es generalizarlo».
¿Cuándo podremos empezar a notar los efectos?
«Muy pronto, porque nosotros somos un comité operativo, lo que no queremos es que haya un informe en un cajón. En diciembre se presentaron públicamente las medidas, en febrero presentamos la memoria y en marzo empezamos a aplicar. Seguramente habrá medidas que serán más amplias y otros más territoriales y detrás habrá un trabajo de evaluación para ver si ha funcionado o no».
Y ahora centrándonos en la geriatría, ¿cuál es el reto?
«El reto es general, porque es un reto demográfico. Ahora hay que prestar una atención mucho más personalizada. La medicina es muy protocolaria, cuando una persona tiene un infarto se activa un protocolo, pero cuando hablamos de pacientes geriátricos no podemos protocolizar. Tenemos que escuchar a las personas, saber qué les importa y tomar decisiones de manera conjunta. Además, las personas mayores de ahora son diferentes de la de antes, están más empoderados y reclaman más sus derechos en general, no sólo en sanidad. Además, gracias a la medicina hoy en día morimos más tarde, ahora tenemos que añadir vida a los años».
¿Qué quieres decir con añadir vida a los años?
«Somos uno de los países con la esperanza de vida más larga, pero no estamos en el top 10 en años de vida saludable, que son cosas diferentes. Es decir, que el tiempo que sea no saludable sea el mínimo posible. Me haré viejo, no hay remedio, pero con calidad de vida. Eso significa que tú no sufras una situación de dependencia o enfermedades crónicas incapacitantes y tenemos margen de mejora. Todos lo que queremos es morir mayores, pero morir bien, no tenemos ganas de estar 10 años en una silla de ruedas».