Diari Més

8-M

Reus celebra el acto institucional del 8 de marzo

Las Reusenques de Lletres han sido las encargadas de leer la declaración institucional

Lectura del manifiesto del acto institucional del 8 de marzo en Reus.

Reus celebra el acto institucional del 8 de marzoAjuntament Reus

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El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Reus ha sido el escenario este miércoles, 8 de marzo, del acto institucional con motivo del Día Internacional de las Mujeres. Las Reusenques de Lletres han sido las encargadas de leer la declaración institucional.

El acto también ha contado con las intervenciones de la vicealcaldesa, Noemí Llauradó; el alcalde, Carles Pellicer y el acompañamiento musical de Paula Fitzz i Borys B. El acto ha contado con la ausencia de la concejala de Participación, Buen Gobierno y Servicios Generales, Montserrat Flores, que normalmente abre el acto y que este año no ha podido estar.

Manifiesto

«No nacemos feministas; podríamos decir, adaptando la icónica frase de Simone de Beauvoir, que llegamos a serlo. Este ser feministas no es necesariamente un acto consciente ni pasa por haber leído toda la producción teórica de los últimos tres siglos contra la normalidad patriarcal. Ni siquiera pasa porconocer la lucha de tantas mujeres que nos han precedido para conseguir los derechos que tenemos hoy. De hecho, el patriarcado se ha ocupado de invisibilizarlas, de hacer caer en el olvido sus aportaciones. Es más, el patriarcado ha trabajado de manera incansable para escarnecer y reprimir a las feministas que lo han desenmascarado. Y lo ha hecho con un objetivo muy claro: que reneguemos del movimiento sociopolítico que lucha por acabar con este sistema de opresión y para que nos incomode identificarnos como feministas. Pero ni así se ha salido con la suya. Nos hacemos feministas porque nos negamos a aceptar como normales las desigualdades, las discriminaciones y las violencias que condicionan nuestra vida, la de todas las mujeres. ¿Que no te parece normal cobrar menos por el mismo trabajo o que los trabajos más feminizados estén más precarizados? Feminista. ¿No te parece normal que las mujeres carguemos con la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidados, que no nos quede tiempo para nosotras mismas y que la sociedad nos eduque para creer que lo hacemos como un acto de amor y de empatía natural? Feminista. ¿Que te irrita que se identifiquen los colores y los juguetes con el género de los niños, o que ciertos deportes se asocien con las mujeres y otros estén marcados como masculinos? Feminista. ¿Que te indigna que se impongan unos cánones de belleza irreales que ponen en riesgo nuestra autoestima y salud o que la publicidad cosifique a las mujeres e hipersexualice a las niñas? Doblemente feminista. ¿Te parece intolerable que la menstruación o la menopausia todavía estén rodeadas de tabúes y que los productos menstruales no sean gratuitos? Fe-mi-nis-ta. Si te exasperan las mesas, tertulias y carteleras sin ninguna mujer y ya te cansa la excusa que no han «encontrado» ninguna. Si estás harta de que te pregunten cuándo serás madre, o por qué no has querido serlo, o que te digan cómo tienes que ejercer la maternidad. Feminista. Si crees que sin educación sexual no hay relaciones igualitarias y respetuosas basadas en el consentimiento. Tú eres muuuuyfeminista. Si se te rebela que en el trabajo te traten de niña, que se cuestione tu valía profesional o que se extiendan rumores sobre favores sexuales cuando ocupas un puesto de responsabilidad, eres feminista. Si te enervan los comentarios no deseados sobre tu cuerpo o que te silben por la calle. Si estás harta de los imaginarios del terror sexual que limitan tu libertad y el uso del espacio público, mientras que la mayor parte de los agresores sexuales son conocidos del entorno más próximo. Claramente feminista. Si estás hartode que te impongan una masculinidad que se mide a menudo a partir de la agresividad, eres feminista. Si quieres expresar libremente tus emociones, eres feminista. Si crees que ser celoso, controlador y posesivo no tiene nada que ver con el amor; también, feminista. Si compartes las tareas domésticas y de cuidados, acompañas a tus criaturas a la consulta médica o te preocupas de saber qué día hacen gimnasia en la escuela y les preparas la bolsa; fe-mi-nis-ta, sí. Si rechazas las bromas machistas y no estás dispuesto a tolerar que ningún amigo tuyo haga el «baboso» cuando salís de fiesta; feminista, claro está. Si asumes el compromiso activo de combatir el machismo, cada día, en todos los espacios; que sí, que eres feminista. Y no lo eres porque tengas madre, hermanas o hijas. Eres feminista simplemente porque te resulta insoportable la normalidad patriarcal. Como dice Angela Davis, tenemos que dejar de aceptar las cosas que no podemos cambiar, y cambiar todo aquello que no podemos aceptar. Nos necesitamos todas y todos para hacer posible la normalidad feminista enlas familias, los centros educativos, los puestos de trabajo, los espacios de ocio, las asociaciones y las instituciones políticas. ¡En todas partes! Una normalidad feminista que también tiene que ser antirracista, transinclusiva, sin discriminaciones en razón de orientación sexual, de edad, de clase social, de nacionalidad o de discapacidad, porque los feminismos son justicia global. No importa cuándo te hayas sumado a este sentido común feminista. ¡En los feminismos, todo es empezar!»

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