Entrenar el cerebro para afrontar mejor el Alzheimer: meta de la FRMV

La Fundación Rosa María Vivar (FRMV) ya tiene un nuevo proyecto entre manos: los talleres de estimulación cognitiva. Los destinatarios, sin embargo, no serán personas que sufran de Alzhéimer o de otro trastorno neurocognitivo. El objetivo es llegar a todo el mundo. A partir del mes de septiembre, la FRMV pondrá en marcha una campaña para sensibilizar a la sociedad y fomentar la necesidad «de cuidar nuestra salud cognitiva desde la infancia y a lo largo de toda la vida», en palabras de Anna Martorell, gerente de la fundación.

«No podemos evitar que aparezca una enfermedad neurodegenerativa, pero sí que podemos darle herramientas al cerebro con el fin de continuar las funciones cognitivas durante el mayor tiempo posible dentro de una normalidad; darle estrategias para retrasar los síntomas», considera Martorell, que remarca que se tendría que entrenar el cerebro «igual que se va al gimnasio». Por eso, se pretende hacer estas actividades dirigidas a personas sin patologías previas.

«Allí donde aparece la afectación, si el cerebro ha trabajado la plasticidad y ha generado resistencia, habrá diseñado una estrategia para afrontar mejor la enfermedad. No lo evitaremos, pero los síntomas aparecerán más tarde y disfrutaremos de una calidad de vida más tiempo», detalla la gerente.

La FRMV nació en el 2018 con un objetivo muy concreto: dar una solución a los problemas de espacio del centro de día de la Asociación de Alzhéimer y Otros Trastornos Neurocognitivos de Reus y el Baix Camp. Fue entonces que los hijos de Rosa María Vivar, una médico que se había autodiagnosticado el Alzhéimer, arrancaron un ambicioso proyecto para que los usuarios, incluida su madre, pudieran disponer de nuevas y mejores instalaciones.

Las dificultades no se limitaban al exigente calendario –al cabo de siete meses del inicio de las obras, ya se realizó una jornada de puertas abiertas–, sino que el nuevo centro de día tenía que ser «pionero». «Está hecho específicamente para ubicar enfermos de Alzheimer. Para el diseño, se ha tenido en cuenta la tipología de usuarios que tiene que ir», valora Martorell. Una estructura de madera que no da «la sensación de estar en un centro de salud», la presencia de jardines independientes para disfrutar de la naturaleza y proseguir la terapia, la división de los usuarios en módulos según el grado que tengan de la enfermedad... Todo está pensado.

Desde la acogida de los primeros usuarios en diciembre de 2019, el centro de día sigue en funcionamiento bajo la gestión de la Asociación de Alzheimer. Las tareas de la FRMV, sin embargo, no se han acabado. Ahora inicia la segunda fase del proyecto de infraestructura. «Hay un espacio al terreno que ha quedado libre y que la fundación está diseñando; pensando qué servicios complementarios en el centro son necesarios», detalla Martorell. «Lo estamos estudiando con el Departamento de Salud para definir qué es lo que el territorio necesita», añade.

Contra los efectos del cáncer

La FRMV no se quiere limitar al Alzheimer, sino que también tiene entre manos otros proyectos centrados en la salud cognitiva, como la asistencia a mujeres que han sufrido cáncer de mama. «Hemos podido detectar que este colectivo, fruto del tratamiento oncológico, tienen alteraciones cognitivas que les afectan a la recuperación. Una vez finalizado el tratamiento, o durante, siguen sufriendo dificultades o alteraciones en la memoria», comenta la gerente. Problemas para recordar el nombre de personas, lo que acaban de hacer...

«Los médicos se centran en cuidar la enfermedad y estos son unos síntomas que como son temporales y minoritarios, dicen ya irán pasando, pero realmente se pueden alargar años y ellas tienen dificultades al hacer su vida con normalidad, y mucho más en su reinserción laboral», señala.

A raíz delestudio, la fundación diseñó un taller de estimulación cognitiva en línea. «Las mujeres hacía años que sufrían estos síntomas y pensaban que tenían Alzheimer, cuando no, eso es temporal. Con un taller, es reversible», concluye Martorell.