«Hay muchos artistas que quieren tocar en la calle pero no lo hacen por miedo»

Patrick Resende y Dayenne Oliveira trabajaban de camareros, pero la covid-19 los ha complicado los ingresos. Además, como complemento, «cuando teníamos tiempo, hacíamos bolos para acontecimientos, fiestas privadas, bodas, restaurantes... Era nuestra vida pero ahora está muy cerrado». Ella también ejercía de profesora de canto, y todavía imparte clases online , sin embargo «enseñaba gente a que actuaba en la hostelería y, como se quedan sin trabajo, yo también», explica. Este domingo, a las siete y media de la noche, ambos instalaron su micrófono en la calle Llovera. Fue nuestro debut» en las calles de Reus, la ciudad donde residen. Llevaban con ellos unos carteles donde pedían al público que mantuviera la distancia y las medidas de prevención por la pandemia. Hemos llamado muchas veces al Ayuntamiento para saber como funcionaba para actuar en la vía pública y nos decían que la responsabilidad era nuestra si la gente se aglomeraba o si pasaba alguna cosa porque ellos no tienen un permiso para dar; sólo me ha pasado aquí», explica Resende, que dice que «al final, después de darle muchas vueltas , dijimos ‘mira, salimos y tocamos; si viene la policía y nos dice que no, cerramos y nos marchamos’».

El músico explica que «en Barcelona y en otros municipios puedes solicitar un permiso como artista de calle pero aquí, no sé por qué, no tienen este sistema» y dice que «nos gustaría que nos dieran un lugar y una hora». «Conozco a muchos artistas que tienen muchas ganas de salir a la calle pero tienen miedo», apunta, y precisa que «no se trata sólo del dinero sino de que hay muchos que lo están pasando fatal en casa. La intención es esta: que el arte y la cultura sigan sumando y que el talento pueda seguir sirviendo para animar a la gente en estos tiempos». En Resende y Oliveira «lo que nos echa atrás es que, dado el caso, la gente nos vea recogiendo como si hiciéramos alguna cosa mala».

Por eso, «pediría con todo el cariño que, de verdad, eso se vea bien y se estudie en Reus a fin de que de debó tengamos esta facilidad, porque somos gente de aquí y trabajamos aquí». Oliveira apunta que «el dinero que podamos recoger ayuda bastante porque nos hemos quedado sin trabajo pero es que, además, también nos hemos quedado sin los acontecimientos. Y teníamos músicos que iban con nosotros y que están en la misma situación». Sobre el estreno, la pareja expresa que «nos alegramos muchísimo de poder aportar esperanza y un poco de ánimos a la gente».

El gobierno tiene un borrador

Precisamente al pleno de este octubre, y a raíz de un ruego del grupo del PSC que pedía «regular las actuaciones artísticas en las calles de la ciudad», el concejal de Cultura, Daniel Recasens, explicaba que «no coincidimos en la urgencia de esta regulación, todo y que sí en la necesidad de hacerla». Y apuntaba que «tampoco coincidimos en la necesidad de circunscribirla en términos de covid-19» porque «la actuación en un espacio abierto, sin una trazabilidad, probablemente se desaconseja en estos momentos». Con todo, decía Recasens, «la concejalía tiene la voluntad de trabajar en la línea de esta posibilidad» y «tenemos trabajado un borrador que recoge a un modelo que combina los de Girona y Tarragona». «Hemos recibido unas manifestaciones de una veintena de músicos que ya están haciendo su actividad en Tarragona y que recogían la voluntad de expresarlo en Reus y les tenemos agendados», admitía el concejal, aunque precisaba que «a día de hoy, no ha estado nunca una necesidad prioritaria ni una demanda especialmente intensa de los artistas». El PSC, en su ruego, instaba al gobierno a terminar el reglamento para poder tocar y actuar en la calle de manera ordenada, determinando los espacios, el rato y gestionando la selección de los artistas y los permisos».