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Reus prohíbe la mendicidad «insistente» y «agresiva»

El equipo de gobierno y Cs aprueban la modificación de la polémica ordenanza de civismo

Imagen de una mujer pidiendo limosna a clientes de una cafetería, en una terraza en el centro de Reus

Reus prohíbe la mendicidad «insistente» y «agresiva»ACN

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Reus prohíbe la mendicidad «agresiva, insistente o intrusiva» verso los ciudadanos. Es uno de los puntos que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Reus ha matizado y retocado sobre la polémica ordenanza de civismo, que nuevamente ha pasado este viernes a mediodía por el pleno municipal y se ha aprobado con los 18 votos del gobierno, formado por JxCat y ERC y Ahora Reus, y también de Cs.

El resto de grupos a la oposición -PSC y CUP- han votado en contra de un nuevo texto donde ven contradicciones. Critican en el gobierno que no le tiemble el pulso al imponer sanciones a pedigüeñas o por acciones como por ejemplo no echar agua sobre los orines de los perros -multado con 800 euros. La normativa ha tenido que modificar unos artículos en concreto raíz de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que los tumbó por falta de concreción.

Esta obligación de limpiar con agua las micciones de los animales de compañía a la vía pública se ha añadido a la nueva redacción de la normativa. El texto, por otro lado, también matiza, por orden del TSJC, la prohibición de la mendicidad -se concreta en los casos «que se haga de forma agresiva, insistente o intrusiva hacia a los peatones, o bien que obstaculice el libre tráfico por las vías o espacios públicos, o que responda a una estructura organizada; tampoco se permite la mendicidad que se practique de forma directa o indirecta con menores o personas con discapacidad o acompañándose de estos, dentro del conjunto del término municipal». También se ha añadido concreción en la prohibición de ir desnudo o con el torso desnudo por la vía pública y el uso de patinetes en aceras.

El debate de la modificación puntual de la ordenanza de civismo ha eclipsado parte de un pleno, que ha arrancado con una protesta vecinal contraria a la subida, de un 10%, de los impuestos municipales. La regidora de Seguridad, Convivencia y Civismo, Dolors Vázquez, ha argumentado la normativa busca garantizar la orden y la convivencia. La CUP, pero, ha insistido en que hay que trabajar más las acciones sociales y no sancionadoras para erradicar la mendicidad. «Es un texto absurdo, por qué llevamos tantas versiones y sentencias de la ordenanza? Hay contradicciones que demuestran su sentido ideológico, basado en la prohibición», ha manifestado Èdgar Fernández, portavoz de la CUP.

«Los tendría que hacer daño de estómago multar a gente que pide, y el concepto de actitud agresiva es totalmente subjetivo, qué sentido tiene?», se ha preguntado. Desde la entrada en vigor de la polémica ordenanza, ahora hace tres años, se han levantado 91 actas a la mendicidad desde la entrada en vigor de la ordenanza, ahora hace tres años, pero ninguno ha derivado en sanción. También el PSC ha cargado contra esta cuestión. «Intentamos evitar la sanción, trabajamos otros valores que no sea este», ha dicho el portavoz socialista, Andreu Martín. Según Martín, posar palos a las ruedas a los patinadores puede desmotivar aquellas personas que buscan una alternativa en el uso del vehículo. «Se prohíbe, pero tampoco hay ninguna solución porque la ciudad no está adaptada», reprocha Fernández.

El gobierno se queda solo aprobando el PAM

En el pleno también ha generado un largo debate el Plan de Acción Municipal (PAM) 2019-2023, una «hoja de ruta» con carácter consultivo y vinculado en los presupuestos municipales, liderado por la vicealcaldesa Noemí Llauradó. Llauradó ha desgranado algunas de las ideas que recoge el PAM, como por ejemplo el impulso de la estación intermodal, la construcción de dos nuevos centros cívicos y una piscina cubierta, la revisión del plan de movilidad urbana -insertando los patinetes-, la constitución de un consejo municipal de vivienda o la creación de una empresa eléctrica pública.

El gobierno, pero, se ha quedado sol en la aprobación del PAM. La oposición en bloque ha criticado duramente el PAM y su listado de hasta 500 iniciativas. «Una pérdida de tiempo total, es papel mojado y un engaño a la ciudadanía», ha criticado Andreu Martín, portavoz del PSC. «Es el programa electoral de ERC, pleno de propuestas inconexas y cargado de contradicciones; sin ningún calendario esto es un brindis al sol», ha espetado Marta Llorens, de la CUP». «No hay concreción, es poco creíble, una carta a Reyes Magos», coincidían desde el grupo de Cs.

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