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Movilidad

El primer parking 'smart city' de Reus, averiado durante meses, no se reparará

El área azul de la Riera Miró, que en el 2014 se convirtió en un ‘smart lab’ pionero en Reus, funcionará sin los sensores de plazas

La implantación del proyecto había supuesto cerca de 60.000 euros.

El primer parking 'smart city' de Reus, averiado durante meses, no se repararáGerard Martí

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El aparcamiento de zona azul de la Riera Miró pasará a funcionar, a partir de ahora, de forma ordinaria. El gobierno de Reus ha optado por no reparar el mecanismo smart city con que contaba esta área concreta, la primera y única de equipada con sensores e indicativos luminosos –verdes y rojos– situados en cada plaza que permitían detectar si en los pasillos había sitio disponible, después de que «un problema en el subsuelo, relacionado con las raíces de los árboles» estropeara meses atrás las conexiones. Fuentes municipales detallan a Diari Més que, dada la inversión que sería necesaria para recuperar el sistema, y «teniendo en cuenta que era una prueba piloto y se dañó», las conexiones afectadas no se reemplazarán y «los vigilantes controlarán de manera manual si el parking está libre o completo».

El área azul de la riera Miró lo había convertido el Ayuntamiento, en el 2014 y durante el pacto PDeCAT-PP, en un smart city lab pionero en la ciudad, un banco de pruebas de soluciones inteligentes en temas de movilidad que costó de inicio unos 60.000 euros y que ha ido sufriendo, con el paso del tiempo, averías intermitentes.

El objetivo era testear aquí «las últimas tecnologías en sistemas de aparcamiento» para poder aplicarlas más tarde «en el resto de zonas azules de la ciudad». Esta fue una de las primeras intervenciones smart city que vivió Reus y dotó el parking de un aspecto y unas ventajas muy similares a los de los aparcamientos subterráneos integrados en la red de Reus Mobilitat i Serveis. Con 185 plazas y cerca de 20 años activa, la de la Riera Miró era entonces –y probablemente ahora– la zona azul más utilizada.

Desde que el sistema se estropeara por última vez, la disponibilidad de la zona azul se ha ido señalizando a través de la colocación de vallas metálicas rotuladas con la palabra completo. La falta de los indicativos verdes y rojos en las plazas, que se habían implantado «para facilitar la movilidad de los vehículos en el interior del aparcamiento evitando recorridos innecesarios», tal como informaba el gobierno al momento de ponerlos en marcha, genera atascos dentro del área y colas para salir en dirección a la plaza de Sang o de vuelta en la calle del Ángel de la Guarda. Los paneles digitales, enlazados con el sistema de sensores y que se instalaron en los accesos desde la Riera Miró y por el arrabal de Sant Pere, tampoco informan ya de los espacios libres.

Valla del arrabal de Santa Anna

La situación toma relevancia teniendo en cuenta que, dentro de cuatro días, a partir del 29 de noviembre, se restringirá el paso de vehículos a través del arrabal de Santa Anna, hecho que posiblemente genere necesidades de estacionamiento en torno al Tomb de Ravals. Al momento de aplicar las diversas herramientas de detección de plazas libres, desde el gobierno apuntaban que eso mejoraría «sustancialmente la movilidad de las calles del entorno» de la Riera Miró, así como «también la circulación en el interior del área».

Más allá de los sensores e indicativos de plazas, el smart lab de la Riera Miró implicó también la instalación de electrolineras para el vehículo eléctrico, que «están activos y seguirán funcionando con total normalidad», tal como detallan las mismas fuentes, y de parquímetros adaptados a la telegestión, los cuales se mantienen vigentes ahora.

Durante la campaña electoral del 26-M, Junts per Reus presentó una propuesta relacionada con la Hispania y que consistía en «construir nueva vivienda pública, una zona verde y ampliar las actuales plazas de aparcamiento creando un parking subterráneo». Este nuevo parking subterráneo, tal como detallaba el entonces cabeza de lista y ahora alcalde de Reus, Carles Pellicer, «podría llegar a tener dos plantas y, así, duplicaría la capacidad actual». Fuentes municipales no concretan si la decisión de no recuperar el smart lab tiene relación. La promesa no figura, como mínimo de forma explícita, en el Plan de Acción Municipal (PALMO) 2019-2023, donde se reúne «un 70%» de los programas que llevaban Junts per Reus, ERC y Ara Reus.

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