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Urbanismo

El vecindario de Alt de Sant Pere empieza a pagar contribuciones por la reforma

Los propietarios de viviendas ya han sido notificados y la intervención en la calle se iniciará en enero

Una recreación del aspecto que tendrá la calle Alt de Sant Pere una vez culmine la remodelación.

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El Ayuntamiento empezó a notificar a los vecinos de Alt de Sant Pere, a finales de la semana pasada, el cobro de las contribuciones especiales que estos tendrán que pagar a fin de que se lleve a cabo la reforma de la calle. En detalle, el vecindario asumirá un 35% del precio de la remodelación, que rondará los 320.000 euros. Las obras salieron a licitación en octubre y arrancarán, tal como precisan fuentes municipales, durante el mes de enero. Es por eso que las contribuciones especiales se recogen ahora. Cada vecino abonará una cifra concreta y vinculada a los metros lineales de su propiedad, teniendo en cuenta que la calle ha quedado dividida en cuatro capas.

Una de las vecinas de la zona que había reivindicado en los últimos años la ejecución del proyecto, Magda Fort, explica que «ya hemos recibido la notificación y estamos muy contentos con que finalmente las obras se pongan en marcha». La intervención, dice, «supondrá que esta calle quede igual que los de los alrededores, que ya se habían reformado, y que acabemos con los surcos y las aceras estrechas que hacían más difícil el día a día». El proyecto está cofinanciado a través de una subvención del PAM de la Diputació de Tarragona de 127.501,31 euros. Su ejecución acumulaba ya cerca de una década de reivindicaciones vecinales.

Comodidad a los peatones

La obra se plantea como continuidad de las actuaciones de remodelación realizadas en los últimos años en las calles de Travessera Sardà, la plaza Molrius, la calle de Sant Tomàs, de Sant Miquel y de Josep Anselm Clavé. Los trabajos se prevén en el tramo entre la calle de Doctor Robert y la Riera Miró. La solución adoptada da una mayor comodidad al peatón, aumentando la anchura de las aceras actuales y reduciendo la densidad del tráfico, ya que se elimina la superficie de aparcamiento. En este sentido, se considera que la zona dispone de suficientes aparcamientos subterráneos próximos, como el de la plaza Llibertat y el del Pallol, para compensar este punto.

El proyecto mantiene el sentido de circulación del tráfico actual. El pavimento de las aceras se cubrirá de loseta y el de la calzada con asfalto. El espacio de peatones quedará protegido con pilones, y se planifican pasos de peatones adaptados para las personas con movilidad reducida. El plazo para completarlo todo es, aproximadamente, de cuatro meses, dentro de los cuales se incluyen trabajos de demolición, señalización y redes de servicios.

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