Policial
Desmantelan una red dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral en Cunit
La Guardia Civil también efectuó entradas y registros en Cubelles, Vilanova i la Geltrú y Castelldefels

Agentes de la Guardia Civil de Tarragona realizaron un dispositivo policial el pasado 16 de julio en el marco de la operación BBEKEPERS. En esta se practicaron ocho entradas y registros en las localidades de Cunit, Cubelles, Vilanova i la Geltrú y Castelldefels y se detuvieron cuatro personas como presuntas autoras de delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal, acoso sexual y defraudación de fluido eléctrico.
La investigación se inició en mayo de 2024 y estaba orientada a desarticular una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral y a otros delitos conexos.
Durante las ocho entradas y registros en viviendas se intervinieron 161.435 euros en efectivo, 3 teléfonos móviles y documentación de interés para la investigación.
Además se detuvieron a cuatro hombres, con edades comprendidas entre los 25 y los 50 años, dos de ellos en la localidad de Cunit. A los detenidos se les atribuyen los delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos con fines de explotación laboral (TSH), acoso sexual y defraudación de fluido eléctrico.
Las diligencias fueron entregadas junto a los detenidos en el Juzgado competente de El Vendrell, quien decretó el ingreso en prisión para dos de ellos, quedando uno de los investigados también a disposición del Juzgado competente por otros hechos conexos.
En el operativo participaron las unidades de USECIC de Tarragona, Servicio Cinológico con un perro especializado en la búsqueda de dinero, patrullas territoriales de Barcelona y Tarragona, así como componentes de la Unitat d’Intervenció i Suport del Servei de Emergències Mèdiques de Catalunya.
En estas actuaciones también han participado técnicos de ENDESA, quienes determinaron que en los establecimientos donde se realizaron las entradas y registros disponían de electricidad de forma fraudulenta, a través de conexiones irregulares a la red con un consumo equivalente a 74 viviendas y una defraudación de más de 60.000 euros. Estas conexiones fraudulentas pueden suponer un grave peligro para la seguridad, tanto de la propia vivienda como de otras cercanas, así como para las personas que residen en éstas, ante el alto riesgo de incendio de este tipo de instalaciones.