Diari Més
Presentación del servicio de limpieza.

Presentación del servicio de limpieza.MG

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El segundo mandato del PSC de Kenneth Martínez en el Ayuntamiento del Vendrell se iniciaba ahora hace dos años como una continuación del primero, este golpe con un antiguo compañero de viaje a la ciudad —el PP- que presagiaba una estabilidad todavía mayor que la que había habido anteriormente con Ciudadanos y el AVP. Ciertamente, estos dos primeros años han transcurrido sin sustos en la capital del Baix Penedès, con dos formaciones que, a nivel local, han mostrado una clara sintonía en casi todos los temas.

En el anterior mandato, la existencia de un verso libre como Bàrbara Peris, de la Asociación Vecinal de las Playas (AVP), acabó suponiendo que los socialistas acabaran haciendo la vista gorda ante iniciativas que, como se ha visto después, no compartían del todo.

No es extraño, pues, que en estos dos primeros años de mandato el gobierno local haya dado un viraje en diferentes asuntos relacionados con las playas, desde el hecho de pedir de nuevo las banderas azules, hasta el uso de la limpieza mecánica cuando ha hecho falta, además de impulsar una playa para perros que tiene que ser una realidad este verano —una iniciativa que la anterior concejala del área había descartado continuamente— y aparcar definitivamente las playas sin humo ni ruido.

Pero más allá de este puntual cambio de timón, el segundo mandato de Kenneth Martínez en el Vendrell se anunció como la segunda parte de aquella transformación urbana iniciada en el 2019, una vez el consistorio ya pudo pedir de nuevo crédito, y que supuso la ampliación de la isla de peatones hacia la calle del Doctor Robert, la calle de les Quatre Fonts, el Puente de Francia y la calle de Cristina Baixa, enlazando así con el barrio de Francia.

En este caso, el proyecto 2.0 del PSC de Martínez lleva el eslogan de la “transformación verde”, con una serie de actuaciones de envergadura que tienen que permitir hacer crecer los espacios verdes en la ciudad. Pero precisamente la gran dimensión de estas iniciativas es lo que hace que avancen a paso lento y que, a estas alturas, todavía no hayan empezado las obras de prácticamente ninguno. Las que lo harán más bien, antes del verano, serán los de renaturalización de la riera de la Bisbal a su paso por el centro, que tienen que dotar la población de un “paseo fluvial” por donde los vendrellenses puedan pasear y se elimine esta barrera entre el casco antiguo y el barrio del Tancat.

Un proyecto similar es el de ampliar la vía verde entre el centro y las playas, reconvirtiendo el torrente de los Aragalls. Cuando el gobierno lo presentó el pasado septiembre añadió que sería una realidad el verano del 2025, pero los trabajos ni siquiera han empezado.

El mismo ha pasado con la remodelación de la avenida de Sant Vicenç, que tiene que pasar a ser de sólo una dirección y tiene que incluir un carril bici. Tampoco se ha sabido nada más de las 46 cámaras de videovigilancia nuevas que tendrían que estar en funcionamiento en verano, y nadie ha hablado nunca más de aquella promesa que se hizo durante la campaña de ofrecer un fin de semana en el año de vacaciones pagadas a las personas mayores.

Otros proyectos que son bandera del gobierno local, como el parque del Botafoc o la pacificación de la Rambla no parece, por ahora, que avancen de forma demasiado rápida, como tampoco lo hace todo lo que está relacionado con ampliar los aparcamientos tanto cerca del casco antiguo como en las playas.

Así pues, en el apartado de promesas cumplidas y acabadas, el gobierno local se puede apuntar básicamente dos iniciativas que ya provenían del anterior mandato y que se culminaron en el 2024: el nuevo edificio del Tabaris, en Coma-ruga, y la renovación del contrato de la limpieza vial. La capacidad para desplegar algunos de los proyectos locales también dependerá de la financiación que el municipio pueda recibir del nuevo Plan de Barrios, en el cual ya ha anunciado que concurrirá.

tracking