Una usuaria de la R2 en Calafell: «Es una lotería coger el tren, la mayoría de días va con retraso»

Los viajeros de la R2 han cogido los trenes con cierta normalidad a la estación de Calafell durante las primeras horas de este miércoles. «Es una lotería, crees que van a la hora, pero la mayoría de los días van con mucho retraso», ha lamentado Rosa.

Júlia y Clàudia, dos jóvenes que usan esta línea, también denuncian los retrasos habituales: «Hoy, sorprendentemente ha llegado a la hora por primera vez en quizás dos semanas». La resignación y el enfado continúan entre los pasajeros que reclaman más transparencia y más información.

Renfe ha informado de que se han suprimido ocho trenes por las paradas de los sindicatos minoritarios, que han provocado incidencias en la R2, R2 sur, R7 y RL3. «Las afectaciones han sido muy leves», aseguran desde el operador.

Júlia y Claudia, dos estudiantes de Viladecans y Sant Boi de Llobregat, explican que han cogido el tren de las 7.22 desde Gavà para ir a Sant Vicenç de Calders. A pesar de que este miércoles ha ido puntual, señalan que no es lo habitual. «El lunes fue un desastre, estuvimos esperando 40 minutos en la estación de Gavà y anunciaron que pasaba el de Sant Vicenç cuando el cartel indicaba Vilanova i la Geltrú», han recordado. Las jóvenes aseguran que subieron para acercarse a su destino. «Al final, continuó hasta Sant Vicenç y pudimos llegar bien», han dicho. Con todo, dicen que optan por coger el tren de antes por precaución.

Natàlia es otra usuaria que va a trabajar en Barcelona con la R2 desde Calafell. En su caso, tarde dos horas a volver a casa por la noche y lamenta que solo puede dormir porque tiene que volver a ir a buscar el cercanías. «Los trenes siempre llegan tarde, pero ¿qué podemos hacer? Siempre perdemos los trabajadores», ha afirmado. «Hay trenes que van en demora y se juntan, en teoría, pasan cada media hora, pero al final te acabas esperando una hora en la estación», ha denunciado.

Comparte resignación, y sobre todo, enojo, Rosa de San Salvador. Ella se dirige hacia Vilanova y le genera estrés que las líneas no vayan nunca puntuales. «Te tienes que levantar más temprano, tienes que venir uno o dos trenes antes, aun así, a veces, no llegas a la hora», se queja. También critica la carencia de información y de explicaciones, sea vía megafonía o a través de las aplicaciones de Renfe. «Tenemos desinformación, estoy muy indignada porque nos piden el voto, pero a la hora de hacer las cosas y las promesas después no están», ha aseverado. Por eso, ha reclamado más transparencia e información, así como que «no nos traten de inútiles».

Otro viajero, Hèctor, que va tres veces a la semana por trabajo a Barcelona, también ha pedido un mejor servicio ferroviario. «El problema va más allá de la huelga, por ejemplo, hemos perdido la mitad de frecuencias en Calafell desde que empezaron las obras de Roda de Berà», ha apuntado. Ante este hecho, ha denunciado que los convoyes van llenos y ha exigido más frecuencias. «Reclamamos que el servicio sea ajustado, digno, puntual y que cumplan con los servicios», ha cerrado.