Diari Més

Creado:

Actualizado:

Después de un mes julio y hasta el día 8 de agosto, finaliza una intensiva actividad política, con motivo de la investidura de Salvador Illa como Presidente de la Generalitat, que solo podía ser superada mediáticamente con la huida una vez más de Carles Puigdemont. 

Llega un descanso político vacacional, con la salvedad de la que se circunscribe a las fiestas mayores de los municipios, dónde los políticos locales no faltan a las mismas y tampoco algunos cargos electos supramunicipales, que no pierden ocasión de hacer acto de presencia en los pregones de fiestas o procesiones tradicionales, que forman parte de la identidad de cada localidad.

Iniciamos el curso político con la presencia de un bronceado Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante los medios de comunicación, después de veranear unos días en unas Islas Canarias colapsadas por la llegada de una emigración ilegal, cuya respuesta de Pedro Sánchez a los hechos fue, un tour por países africanos con más flujo migratorio hacia España, hecho este que no se sabe muy bien, si fue más para paliar el éxodo o bien incrementarlo cómo reclamo. Acabando sus vacaciones en el Principado de Andorra, quizás buscando un fresquito más agradable que el calor de las zonas visitadas.

La inauguración del curso político por Pedro Sánchez, arrancó con el convencimiento claro de agotar la legislatura, de ahí los cambios producidos en el gobierno o bien en su núcleo más cercano de asesores, pero también como es su obsesiva costumbre, criticando la gestión de la Comunidad de Madrid, esta vez con la frase: «más transporte público y menos Lamborghini» y lo dice quien en vez de hacer un trayecto con tren o vehículo por el territorio español, no duda en hacer uso de su apreciado Falcon, desconociendo que Hacienda se lleva el 35% en cada venta.

Su intervención se centró en apaciguar el enfado de sus barones, en especial los que son presidentes de CCAA, así como los del PP, asegurando a estos que verán incrementando sus ingresos en su territorio. Lo más curioso es que no dice cómo, ni tampoco su escudera la vicepresidenta Montero, que fue incapaz en el Senado de explicar en qué consiste la tan cacareada financiación singular y que fue la preventa para que ERC le diera a Salvador Illa la Presidencia de la Generalitat y que la formación republicana, ha amenazado con: «sino se cumple lo pactado, la legislatura no durará mucho tiempo», refiriéndose a la catalana, de la española ya se encargará JUNTSxCat.

Lo cierto es que no se conoce de dónde saldrá tanto dinero, para tanta generosidad de Pedro Sánchez, con el café para todos, mucho me temo que, incrementando impuestos a los ciudadanos o bien sangrando a aquellas CCAA que por ejemplo no aplican ningún tipo de impuesto de sucesiones, cómo pueden ser Madrid o Andalucía. Mientras al PP se le espera un documento que refleje una alternativa en cuanto a la financiación de las CCAA, basada en la igualdad y no desequilibrio territorial.

Mientras tanto en Cataluña, a nadie se le escapa el varapalo a los independentistas de las últimas elecciones autonómicas, después de 14 años de estar gobernando, en especial al partido que estaba en el gobierno, me refiero a ERC pasando de 33 a 20 escaños, la CUP de 9 a 4 y un ligero incremento de JUNTS de 3 diputados, queda claro que los acuerdos o pactos de ERC con el PSOE le ha pasado factura. Por eso, estas formaciones están calentando motores para los congresos del cercano otoño, en los cuales deberán debatir estrategias y cómo no liderazgos.

En el Congreso de ERC se disputarán los liderazgos entre Oriol Junqueras y un o una rival que está por designar, dónde también existirá el debate, si es mejor poner tierra de por medio con el PSOE o continuar perdiendo comicios electorales; la CUP no es una formación que destaque en tener liderazgos potentes, es una formación que reposa más en el asambleísmo que no en la jerarquía, todavía no se conoce candidato, pero tampoco va a comportar grandes problemas y JUNTSxCat que siempre ha tenido turbulencias internas, en este caso, se ha consolidado el liderazgo de Carles Puigdemont, con el ligero incremento de votos en las últimas elecciones catalanas, le aconsejarán seguir enfrentados con ERC y PSOE.

 

EL PP catalán deberá poner su mirada en el PSC-PSOE de Salvador Illa, ya que su rivalidad no está en conseguir votos del segmento de la izquierda, sino más bien, en aquellos socialistas que no están de acuerdo con la deriva del entreguismo del PSC-PSOE al independentismo, sin olvidar la extrema derecha de VOX que no dudará ni un solo segundo en picotear los votos del PP, sin ningún tipo de escrúpulos.

tracking