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Tribuna

El insulto falaz de Pablo Casado

Diputat del PSC per Tarragona

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Habla el señor Casado, líder del bloque PP-Vox, en el Congreso: «Señorías, la guerra civil fue un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían la ley sin democracia.» Es decir, los demócratas que defendían la ley y la Constitución de la Segunda República vienen a equipararse con los fascistas de Franco aliados de Hitler y Mussolini. Parece increíble pero estas barbaridades las dice el señor Casado y se queda tan fresco…

¿Os imagináis que la señora Merkel, líder de la derecha alemana, dijera que la crisis de la República de Weimar fue un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley (los socialdemócratas, entre otros) y quienes querían la ley sin democracia (los nazis)?

¿O que el señor Trump dijera que la guerra civil americana fue un enfrentamiento entre los nordistas partidarios de la ley sin democracia y los sudistas esclavistas y secesionistas que defendían la democracia sin ley?

Digo más, ¿incluso a alguien se le pasa por la cabeza que el presidente Putin alabara al camarada Stalin por haber destruido la democracia, la ley y los derechos humanos al destruir y asesinar a sus adversarios políticos? ¿Alguien se imagina tales cosas? ¿Tal necedad? No. Y hablo de tres dirigentes políticos admirados por el señor Casado, según ha reconocido él mismo.

No hace tanto el señor Aznar, líder entonces del PP, afirmaba cuando se lo preguntaban que el dirigente político español que más admiraba era Manuel Azaña, precisamente el presidente de la Segunda República. Azaña, por cierto, era el líder de un partido que se llamaba Izquierda Republicana. Pues bien, ahí teníamos al máximo líder del Partido Popular confesándose admirador y «discípulo» del fundador de Izquierda Republicana. ¿Qué cosas, verdad?

¿Cómo se puede pasar en un tiempo record de admirar a Manuel Azaña a equiparlo con el dictador Franco? Muy simple, porque el señor Casado sabe que necesita los votos de Vox para llegar al poder, tiene que formar un gobierno de coalición con la extrema derecha para dormir en la Moncloa o sí o sí o también.

Hay que recordar que en plena pandemia el portavoz de Vox en el Congreso afirmó que el actual gobierno democrático y constitucional de España era el peor de los últimos 80 años. La referencia a los 80 años no era baladí, al contrario, era una provocación porque 40 de esos 80 años corresponden a la dictadura franquista.

O sea, según Vox, el régimen dictatorial de Franco (el que fusiló a más españoles en toda la historia, por cierto) era «mejor» que el gobierno elegido por el pueblo en elecciones libres y democráticas que tenemos ahora. ¡Supera eso Casado!

Esa es la realidad…y ese es el peligro. Cuando el señor Casado empieza a jugar con las palabras para blanquear al fascismo está insultando a todos los demócratas del país, también a los de derechas, también a los electores del PP (que los hay) que nunca justificarían a la dictadura franquista, ni los regímenes autoritarios.

Como muy bien le recordó al señor Casado el presidente Pedro Sánchez la única ley legítima es la ley democrática (por cierto, estos juegos malabares sobre la ley y la democracia también los emplea el señor Puigdemont, no solo el señor Casado). Un mínimo sentido del respeto hacia las víctimas de la dictadura y a sus propios electores que no fantasean con justificar golpes de Estado obligaría al señor Casado a rectificar.

No lo hará porque entonces el señor Casado se quedaría sin el apoyo entusiasta de sus socios de Vox. Por eso quiero dejar meridianamente claro a todos los ciudadanos que mientras el presidente del Gobierno se llame Pedro Sánchez y tengamos un ejecutivo liderado por el Partido Socialista en nuestro país nunca, jamás, volverá a haber ley sin democracia ni democracia sin ley. Nunca, bajo ninguna circunstancia, mal que les pese tanto al señor Casado como al señor Puigdemont. Porque los que somos lectores de la historia sabemos cómo acaban las cosas cuando se suprime la democracia o se atropella la ley.

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