Diari Més

Toca abonarse a un milagro (0-1)

El Nàstic cae derrotado (0-1) con un gol desafortunado en el segundo acto, no recorta ningún punto al Lugo y se hunde todavía más en la zona de descenso

Decepción total sobre el césped del Nou Estadi después del gol del Málaga, que hundió toda esperanza de permanencia.

Toca abonarse a un milagro (0-1)Olívia Molet

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Ahora sí que esto puede haber llegado a su final. Para mantener opciones reales de permanencia, lo único que le valía al Gimnàstic de Tarragona era derrotar en el Málaga. El resultado, sin embargo, fue la antítesis total del deseado, una nueva derrota (0-1) que deja al equipo de Enrique Martín, y al mismo técnico, tocados de muerte. Ahora, hará falta un milagro, y de los grandes. Muy superior al de las dos últimas temporadas, cuando ganando los tres últimos partidos era suficiente para salvarse.

Pacheco, futbolista que partía como reserva al conjunto andaluz, salió desde el banquillo para, con la ayuda de un desafortunado Imanol García, enviar al fondo de la red una pelota que despistó completamente a Bernabé, ya que su compañero desvió la trayectoria de la esférica lo suficiente como para hacer imposible su intercepción. Al final, nueva derrota y, el Nàstic, sigue a ocho puntos del Lugo, que marca la salvación.

Novedad mayúscula en el once, con la entrada de Ramiro Guerra, un futbolista que únicamente había disputado un partido esta temporada, al mes de noviembre, y que se ha pasado todo el curso lesionado. Hacía un par de semanas que el centrocampista cedido por el Villarreal estaba entrenando con normalidad, ya sin molestias, y era cuestión de días pensar en su retorno. Este, se hizo realidad en casa, contra todo un Málaga.

Con respecto al once que salió la pasada semana en el Carlos Tartiere, también eran novedad en el once Thioune, que retornaba después de cumplir sanción, y un Salva Herrero que sustituía en Mikel Villanueva, concentrado con Venezuela y, al mismo tiempo, sancionado por acumulación de amonestaciones. Fali ocupó la parte izquierda del eje de la defensa y Salva entró por la derecha. El resto, los mismos que contra el Oviedo.

El Nàstic tenía muy claro que tenía que salir a por todas. El empate, después de la derrota del Lugo del sábado, no valía. Así fue. Hasta dos ocasiones de gol en los primeros tres minutos para un equipo que, por el contrario, veía como el rival le ganaba la posesión.

Abrahám Minero, a los dos minutos de juego, enviaba a las nubes una falta y, un minuto después, una centrada de Pipa con remate de Luis Suárez acabó fregando el palo izquierdo de Kieszek, titular por|para la ausencia del internacional Municionar. Poco a poco, se fue calmando un partido en el cual las imprecisiones del Nàstic eran constantes, sobre todo a la hora de sacar la pelota desde atrás.

Los centrales del Nàstic demostraron su incapacidad de hacer una pasada con criterio a 30 metros y, eso, lo pagaba el equipo. Luis Suárez y José Kanté reclamaban protagonismo, pero no contaban con la complicidad de sus compañeros. Por eso, ellos mismos se buscaban la vida. Luis Suárez, luchando como uno desesperado intentando robar alguna pelota y, su pareja, buscando tiros peligrosos, como el del minuto 28,’ desde fuera del área, en una jugada personal. Él recogió la esférica en el centro del campo y fue él mismo el que finalizó la acción, que acabó en servicio de esquina.

Los dos equipos se marcharon al descanso con la sensación de que lo mejor estaba para llegar. Dominio, estéril, malagueño, y ocasiones locales, sin que estas sirvieran para inaugurar el electrónico.

Susto y lesión

El Málaga, león dormido hasta entonces, despertó a los 55 minutos de juego, con un tiro de Blanco Leschuk que enmudeció el Nou Estadi. Y es que el tiro del punta visitando se estrelló contra la madera. Se salvaba un Nàstic que, dos minutos después, veía cómo tenía que hacer el primer cambio del duelo, por obligación. Ramiro Guerra, estirado en el césped, no podía más y Viti, titular y brillando las últimas dos semanas, lo relevó.

La entrada del mediocampista del filial ayudó al equipo a mostrar su mejor cara. Ofensivamente, el Nàstic sabía qué hacer y las llegadas eran constantes. Chutes de Imanol García y de José Kanté en el ecuador del segundo acto acabaron fuera y a las manos del portero, respectivamente. El Nàstic estaba mucho mejor en el campo que su rival, que se diluyó completamente después del travesaño de Blanco Leschuk.

El fútbol, sin embargo, volvió a ser cruel con el equipo tarraconense. Una jugada con suerte incluida por los rivales desembocó en el 0-1 con que finalizó el enfrentamiento. Pacheco, que había ingresado en el terreno de juego hacía pocos minutos, disfrutó de un tiro que acabó entrando, con la ayuda, desgraciadamente para el Nàstic, de Imanol García, hundió las opciones de permanencia del Nàstic, que ya pasan por un milagro.

Uche y Sadik ingresaron en el terreno de juego para, a la desesperada, intentar como mínimo buscar un gol que le diera un punto de esperanza a los tarraconenses, pero no pudo ser. Con más corazón que cabeza, el Nàstic buscó un gol que nunca acabó llegando.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Bernabé Barragán, Pipa, Salva Ferrer, Noguera, Fali (Berat Sadik, 77), Abrahám Minero, Thioune, Ramiro Guerra (Viti, 57), Imanol García, José Kanté (Uche, 74) y Luis Suárez.

Málaga. Kieszek, Cifu, Luis Hernández, Diego, Ricca, Iván Alejo (David Lombán, 90), Erik Morán, Adrián, Ontiveros (Pacheco, 54), Harper (Mula, 70) y Blanco Leschuk.

Goles. 0-1, Pacheco (73).

Árbitro. Juan Luis Pulido Santana (Las Palmas). Mostró la tarjeta amarilla en el local Pipa; y a los visitantes Iván Alejo, Adrián y Pacheco.

Incidencias. El Nou Estadi acogió a 6.212 espectadores. Antes del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Antoni Vallverdú Llauradó, entre otros, a presidente del Nàstic y presidente y consejero del Consejo de Administración de la Sociedad Anónima Deportiva.

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