Política
Desarrollar una ley metropolitana, el gran reto de la nueva Asociación
La constitución del nueve nos puede transformar la manera de abordar cuestiones como el urbanismo o la movilidad

La Canonja acogió el acto de constitución de la Asociación
El pasado viernes se celebró el acto de constitución de la Asociación para el Impulso del Área Metropolitana del Campo de Tarragona. Un primer paso que definió el funcionamiento del ente, así como su organigrama y sus objetivos.
Tal como adelantó el Diario Más, Roc Muñoz, alcalde de la Canonja, fue nombrado el presidente. Su municipio será la sede de la Asociación y las dos vicepresidencias las ocuparán Dolors Farré, alcaldesa de Valls, y Pere Granados, alcalde de Salou. Los otros alcaldes ocuparán las vocalías y la asamblea se prevé que se reúna dos veces al año. Con respecto a los retos territoriales que este órgano metropolitano tiene que abordar, uno de los más importantes es el Urbanismo. La Asociación se marca como objetivo reactivar, conjuntamente con la Generalitat, el Plan Director del Campo de Tarragona. En este sentido, este documento se considera la herramienta que tiene que permitir establecer una «visión compartida de futuro». Con este nueve nos se quiere cambiar la forma de hacer desde Barcelona y que desde el territorio se pueda hacer la última fase del plan con un diálogo activo con los ayuntamientos. También, remarcan que no se votará nada en la asamblea de la Asociación como tal, ya que no es su competencia, sino que se hará lobby para que cuestiones como esta lleguen a buen puerto.
Otra problemática que afrontará el organismo metropolitano es el transporte, con la mirada puesta en el 2028, cuando se acabe la concesión de las líneas de bus. En este sentido, la Asociación trabajará para que la Autoridad del Transporte Metropolitano asuma más competencias. A la vez, se estudiará crear una empresa de movilidad territorial a «medio-largo plazo».
Encontrar el paraguas
Más allá, la Asociación tendrá que encontrar su paraguas jurídico y ejecutivo. La comisión de secretarios e interventores buscará la fórmula jurídica para establecer un órgano ejecutivo propio. Inicialmente, se prevé que haga la función de una agencia de promoción económica y competitividad, pero en el futuro también podría asumir otras competencias. Paralelamente, se arrancarán conversaciones para desarrollar, «en un tiempo prudencial», una ley propia que permita articular el territorio con más garantías jurídicas.
Desde la Asociación dejan claro que esta futura ley no será como la del Área Metropolitana de Barcelona, sino un «instrumento adaptado» a la realidad del Campo de Tarragona. Este no es una sentencia menor, ya que áreas metropolitanas jurídicamente constituidas no hay, más allá de la barcelonesa. Una que se quedó muy cerca de conseguirlo fue la de Vigo, que redactó y presentó su ley metropolitana. Sin embargo, desavenencias políticas entre el Partido Popular y el Partido Socialista en la Xunta lo tiraron por el suelo. Otro ejemplo es el de Valencia, sin régimen jurídico, pero sí práctico. Tarragona tiene que escoger.